“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a Quien el Padre enviará en Mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”. Juan 14:26
A veces la persona se pregunta: ¿Cómo hago para ser un buen padre, una buena esposa, un buen marido, un buen hijo, un buen empleado, un buen patrón…? Para todas esas cosas, lo que se necesita es una dirección. Un pastor necesita una dirección para llevar adelante a su iglesia. Preste mucha atención, porque cuando uno lee, entiende y practica la Palabra de Dios, da mucho fruto en su vida. Usted es testigo de que siempre le decimos que priorice al Espíritu Santo, que Él no es una opción sino una necesidad. ¿Y qué es el bautismo con el Espíritu Santo? Es Dios entrando dentro de nosotros. ¡Imagínese a Dios dentro de usted, actuando en su interior! Todas las respuestas están en el Espíritu Santo
¿Vio esos momentos en los que nadie lo puede ayudar? El Espíritu Santo consuela. ¡Vea la importancia de tenerlo! Cuando alguien pierde a un ser querido y se desespera, es porque no tiene al Espíritu Santo. Él lo libera del dolor de una traición, de una pérdida, de un abuso sexual. ¿Quién puede quitar esas marcas sino Él?
“… Él os enseñará todas las cosas…”
Las personas les preguntan a los pastores: “¿Qué debo hacer?” Cuando usted tenga el Espíritu Santo no va a necesitar que a cada momento el pastor le diga qué hacer, porque el Espíritu Santo va a decirle: “Vaya” o “No vaya”, “Haga” o “No haga”, Él le enseñará todas las cosas.
¿Por qué cree usted que la Universal existe hasta hoy? Usted ha visto en las películas “Nada que Perder I y II” lo que la Iglesia ha pasado. Esta Iglesia está bajo la dirección del Espíritu Santo, que fue Quien nos guardó y nos guardará siempre. Cuando Le entregamos nuestra vida y dejamos que Él tome el control, todo funciona bien. Muchas veces las personas llaman a uno y a otro y nadie sabe qué hacer, pero el Espíritu Santo sí sabe. Cuando comenzó la iglesia primitiva, Jesús no dejó que los discípulos salieran de Jerusalén hasta que recibieran el Espíritu Santo, y así comenzó la iglesia y existe hasta hoy y hasta que Jesús regrese.
Las bendiciones vienen y se van, ¡pero el Espíritu Santo es la Propia Bendición! Dios quiere que usted sea una fuente, ¿y qué es esta Fuente? Es el Espíritu Santo dentro de usted. El Espíritu Santo es la Mayor Riqueza y además es la Garantía de la Salvación. Dios nos da Su Espíritu para que guardemos la Salvación. Si las personas entendieran esto, en vez de buscar bendiciones buscarían al Espíritu Santo que enseña todas las cosas. ¿Qué necesita aprender? ¡Él se lo va a enseñar!
“Obispo, ¿y cómo hago para tener el Espíritu Santo?” Debe entregarse 100 % a Dios, y dejar que Él tome el control y le dé Su Espíritu. No se compra con dinero, es entregando la vida, es diciéndole: “Oh Dios, ya no quiero esta vida, ¡toma Tú el control!” Es un intercambio. Es TODO por todo.
Recuerde a ese hombre rico que tenía tantos bienes y decía: “… derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes (…) Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?’”</strong> (Lucas 12:18-20). El ataúd no tiene gavetas, uno no puede llevarse nada, no esta mal tener una vida con riqueza, pero no se debe poner la riqueza por encima del Espíritu Santo.
“Buscad primero Su Reino y Su Justicia…” (Mateo 6:33). Si uno acumula riquezas, para quién quedarán, ¿para el gobierno?, ¿para los familiares? No es que vamos a vivir en la miseria, pero no debemos ostentar, y no pondremos nada por encima de lo espiritual. Dios quiere que tengamos lo mejor, pero siempre debemos ponerlo a Él en primer lugar. Esta Tierra va a prenderse fuego y lo más importante es tener el Espíritu Santo.
Piense en eso.
Dios le bendiga.