El tema no es ninguna novedad, pero es extremadamente importante. Por eso, mencionamos un estudio que se realizó en 2011, que ilustra algo que muchos hombres saben en la práctica: casi todo el mundo rechaza la reprensión, ya sea en el trabajo, en el ambiente familiar, en las relaciones de amistad y en cualquier conversación en que la persona cambie de tema. Ese estudio, realizado por el equipo canadiense PsychTests a tres mil voluntarios, mostró lo poco preparadas que están las personas para lidiar con las críticas negativas que reciben diariamente.
Aunque la investigación se llevó a cabo hace diez años, nos ayuda a entender el comportamiento humano delante de las críticas. El estudio señaló que el 66 % de los participantes admitió que desestimaba las devoluciones negativas y no necesariamente cambiaba su comportamiento o hablaba con el autor de la crítica. En cambio, el 29 % creía que los comentarios se hacían con la intención de dañar, no de ayudar; y el 14 % creía que se hacían simplemente por rabia o envidia.
La primera reacción del que es criticado suele ser emocional. Por más que no lo demuestren, en el fondo, muchos hombres alimentan un sentimiento ávido de revancha, para demostrar que sus actitudes no fueron incompetentes ni equivocadas; o peor, minimizan sus propias equivocaciones señalando las de otros. Algunos se sienten ofendidos e incluso argumentan que les faltaron el respeto con ese comentario negativo; otros reaccionan ante las críticas de forma violenta y exaltada; y hay quienes son intransigentes y no hacen ni el mínimo esfuerzo para intentar entender lo que pasa, solo empiezan a decirles groserías incluso a los que no tienen nada que ver con lo que sucedió.
Reacción de hombre
En lugar de pensar en defender su orgullo, lo correcto es analizar la situación con calma. Hay casos en los que las críticas son motivadas por alguien a quien usted no le agrada. Sin embargo, en esas situaciones, también es necesario actuar de manera racional y no ceder al apelo de la revancha.
En Proverbios 15:31-32, la Biblia afirma lo siguiente: “El oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento”. En la práctica, significa que es necesario que evalúe, de forma clara, el verdadero motivo de la crítica. Debe observar si hay algo positivo y, si es necesario, cambiar lo que está mal para poder progresar. Esto también le exigirá humildad.
Cualquiera puede sentirse incómodo al recibir una crítica negativa, no obstante, la próxima vez que eso le suceda, respire hondo e intente cambiar su actitud ante ella. En lugar de explicar o buscar una justificación, ejercite el arte milenario de respirar hondo, algo que también se conoce como resiliencia. Esta actitud puede cambiar su visión, después de pensar un poco sobre el tema, e incluso puede evitar una serie de problemas.
Primero escuche, respete lo que se dijo y, luego, reflexione sobre el tema. Reserve un tiempo para hablar sobre el problema y refléjese en el Señor Jesús. Él también fue criticado, pero usaba la tranquilidad y el sentido común para evaluar si esas críticas se merecían algún tipo de respuesta o solo Su silencio.
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