La mayor dádiva que puede recibir una persona es el Espíritu Santo. Sin embargo, el peor error es descuidar esa dádiva que recibió. Muchos de los que un día estuvieron en la fe hoy están débiles espiritualmente, porque se dejaron llevar por los impulsos del corazón y se resistieron a las advertencias del Altísimo.
Por lo tanto, recibir el Espíritu Santo no es una garantía de que Lo tendrá eternamente. Si la persona decide desviarse del camino de la Salvación, el Espíritu del Señor se apartará de ella. Esto se debe a que Dios no le impone nada a nadie y respeta las decisiones del ser humano.
El gran descuido del rey
“El Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo…” 1 Samuel 16:14
Saúl fue ungido por el Señor para ser el primer monarca de Israel, pero cometió el terrible error de desobedecer Sus órdenes para hacer las cosas a su manera. Lamentablemente, sus decisiones obstinadas lo llevaron a perder al Espíritu Santo y lo condujeron a un trágico final (lea los siguientes versículos: 1 Samuel 13:8-14; 15:3-26 y 1 Crónicas 10:4).
¡Cuide el bien más preciado!
Todo lo que es importante merece cuidados y mucho más si se trata de la Salvación. Por eso, no escatime tiempo para leer la Biblia, participar de las reuniones y reflexionar en las cosas que debe cambiar. De lo contrario, será una presa fácil del diablo, por no haber vigilado.
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