María asegura que su vida antes de llegar a la Terapia del Amor “era un desastre”. “Las relaciones que había tenido nunca prosperaron. Yo intentaba ser feliz, pero no lo lograba”, añade.
Además, recuerda: “En una oportunidad estuve en una relación con una persona mucho más grande que yo. Por periodos él me buscaba y por otros, no. Hasta que descubrí que él ya tenía una familia. Aun así, como era obsesiva, permanecía en esa relación. Después entendí que él me buscaba cuando se peleaba con su mujer.
Con el tiempo, empecé a tener depresión, angustia, complejo de inferioridad, no me quería, me miraba al espejo y no me veía linda. Yo pensaba que nunca iba a ser feliz. Empecé a tener pensamientos de suicidio porque mi tristeza aumentó. Buscaba en los hombres intentar llenar un vacío”, señala.
Edgard, quien hoy es su esposo, también llegó a la Terapia tras haber sufrido un fracaso sentimental. “Yo tenía una familia, pero dentro de la casa solo había peleas. Llegué a engañar a esa persona y me separé. Esa situación me perjudicó mucho, afectó mi trabajo y mi interior. No lograba ser feliz. En todas las relaciones siempre pasaba lo mismo, terminaba en discusiones, engaños y mentiras. Nunca podía ser feliz en la vida sentimental”, relata.
Fue así como, cada uno por su lado, llegaron a la reunión de los jueves y empezaron a hacer el tratamiento de la cura interior. Ella asegura: “Entendí que primero me tenía que sanar yo, quererme a mí misma. Si yo no me valoraba, no podía pretender eso de otra persona. Dios curó mi corazón, cicatrizó cada herida”. Por su parte, Edgard recuerda que “los miedos y fracasos quedaron atrás”.
Finalmente, ambos se conocieron y tomaron la decisión de ir paso a paso en la relación. “Dijimos que íbamos a basarnos en la fe, no queríamos ser guiados por los sentimientos y fracasar por obedecer a nuestro corazón”, señalan.
Fueron amigos durante nueve meses, novios por seis meses y decidieron sellar el amor con el matrimonio. “Pusimos fecha, aunque ninguno de los dos tenía las condiciones, pero dijimos que, si era de Dios, se iba a dar. Y así fue, tuvimos el casamiento de nuestros sueños, a pesar de que fue en pandemia. Hoy vivimos en paz, en nuestra relación hay diálogo y somos felices”.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.