En las Sagradas Escrituras, el aceite simboliza al Espíritu Santo. Por este motivo, en su viaje misionero al Templo de Salomón, el obispo Julio Freitas consagró ese elemento en el interior del Cenáculo, una réplica del lugar donde los discípulos del Señor Jesús esperaron la promesa del derramamiento del Espíritu Santo.
Este domingo, de regreso nuevamente al país, el obispo ungirá a las personas con este aceite. El aceite de la Respuesta Divina para que, por la fe, las personas ungidas sean santificadas a Dios.
«Los consagrarás y serán santísimos; todo aquello que los toque será santificado». Éxodo 30:29
Recibí esta unción tan especial en el hall del Templo de los Milagros, desde las 8:30 hasta las 9:15 h.