El Museo de Israel presentó junto a Google el proyecto de digitalización de los rollos del Mar Muerto, una iniciativa que universaliza el contenido del testimonio escrito más antiguo de las costumbres y prácticas de los israelitas, de hace 2.000 años
Escritos en su mayoría en hebreo antiguo y una pequeña parte en arameo, el Museo subió a internet cinco de los ocho rollos en su poder, en lo que el director de la institución, James Snyder, calificó de un “perfecto matrimonio” entre la tecnología y la historia.
“Llevábamos algún tiempo pensando cómo preservar los rollos y su contenido en las mentes de la gente, y mantener vivo su significado”, afirmó el directivo en una conferencia de prensa con motivo del lanzamiento del nuevo sitio en internet con las fotografías de los manuscritos.
Fotografiados columna por columna con una cámara de alta resolución y un fugaz flash (1/4000 segundos de duración) sin rayos ultravioletas para no dañar la piel sobre la que fueron escritos, las imágenes han sido procesadas y yuxtapuestas hasta devolverles en pantalla su formato original de pergamino.
“Internet ha roto las barreras que había entre la información y la gente”, explicó Yosi Matías, jefe de I+D de Google Israel, quien destacó la importancia de “universalizar” este tipo de contenidos porque con ellos “la gente puede enriquecer sus conocimientos y la comprensión de los eventos históricos clave”.
Según Matías, que ha participado en una iniciativa similar en el Museo del Prado, el “génesis” de este proyecto se remonta a hace unos años, cuando el Museo del Holocausto de Jerusalén se planteó la digitalización de sus monumentales archivos históricos y fotográficos. La de los rollos del Mar Muerto fue planteada por un empresario privado, donante del Museo, hace sólo seis meses.
Desde entonces, un equipo de la institución y otro de Google han trabajado sin descanso hasta completar la fase inicial, que incluye también la traducción al inglés de cada frase del rollo de Isaías (siglo IV a.C).
Más adelante se subirán los tres pergaminos restantes, se traducirán todos los textos a varios idiomas -entre ellos el español- y se incorporarán utilidades para la contextualización de versículos y la introducción de comentarios por los usuarios. Google permite, esta vez, tener acceso directo a los rollos desde cualquier parte del planeta.
En un proyecto paralelo con la Dirección de Antigüedades de Israel, la otra institución israelí que tiene partes de los pergaminos originales, Google está digitalizando miles de fragmentos de los 30.000 hallados en Qumran -algunos de tan sólo milímetros-, en una iniciativa que planteará a los investigadores el titánico reto de unirlos.
Su historia
Encontrados de manera fortuita por un pastor en 1947 en las cuevas de Qumran, un importante yacimiento arqueológico próximo al Mar Muerto, esos textos en pergamino, contienen fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, excepto el de Esther.
Su autoría es atribuida por los investigadores más tradicionalistas a los esenios, pero los revisionistas sugieren que son en realidad una compilación de documentos traídos desde muchas partes de la antigua Judea para protegerlos de los romanos antes de la destrucción del Templo en el año 70.
Las tinajas encontradas en Qumran contenían hasta 900 documentos, entre ellos contratos matrimoniales y todo tipo de documentación de carácter civil y religiosa que arrojan luz sobre las costumbres de los israelitas en la época del Segundo Templo (siglo VI a.C-I d.C).
Foto: EFE