La tarea que los voluntarios del Socioeducativo tienen no es sencilla, es un proceso que requiere sacrificio y fe. Sin embargo, la recompensa de ver que los jóvenes se acercan a Dios y se convierten en ciudadanos de bien es algo gratificante.
A continuación, mirá un poco de lo que el grupo realizó en el Instituto Cerrado de Lomas de Zamora.