La corta vida de Celeste Gómez puede resumirse en una sola palabra: sufrimiento. A los 12 años de edad, sus padres se separaron y eso provocó un gran cambio en ella:
“A los 13 me escapé de casa y me fui a vivir con unos familiares, pero uno de ellos abusó de mí”. El abuso la marcó y, sintiéndose sola, conoció a una persona y se fueron a vivir juntos. “Al principio todo estaba bien, pero después comenzaron las agresiones verbales y físicas, porque él era adicto. Yo no tenía dónde ir, por eso soportaba la violencia, varias veces me dejó inconsciente. Así estuve hasta que él fue detenido.
Empecé a salir y ahí conocí las drogas. De ser una cosa de fin de semana pasó a ser diaria. Me metí de lleno en la cocaína, quería tapar mis cicatrices con droga, así terminé siendo una adicta.
Como no podía mantener el nivel de consumo y surgió la idea de prostituirme. Hice de todo por la droga, lo que me pedían. Cuando quería dejar, tomaba pastillas, pero era peor porque el cuerpo me pedía más droga.
Cuando la cocaína dejó de hacerme efecto, pasé a inyectarme heroína y hasta probé paco. Tuve tres sobredosis, las dos primeras las superé, pero en la última estuve ocho días sin dormir.
La verdadera salida llegó cuando la invitaron a participar a la Cura de los Vicios: “Puse las pocas fuerzas que me quedaban para poder salir. Después de la primera vez que participé del Tratamiento, las drogas me empezaron a dar asco, y esa misma noche pude dormir. Empecé a perseverar y hoy estoy completamente recuperada. No necesito más drogas, estoy libre de los vicios, no necesito ninguna sustancia para vivir, tengo trabajo, recuperé a mi familia, tengo una nueva vida”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí para ver donde se lleva a cabo el tratamiento.
[related-content]