Dios quiere habitar en usted y ser adorado en espíritu y en verdad, es decir, con inteligencia y sinceridad
La idolatría parece ser una marca en el ser humano. A fin de cuentas la persona no conoce al verdadero Dios, Creador de los Cielos y de la Tierra, naturalmente ella es supersticiosa e idólatra. Cuando la fe no está basada en el Dios vivo y en Su Palabra, puede tener fe en cualquier cosa: en una piedra, en cristales, en la influencia del color de la ropa en año nuevo, en los elementos, siempre intenta agarrarse de algo.
El primer mandamiento:
«Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de Mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que Me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que Me aman y guardan Mis mandamientos. No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano; porque no dará por inocente el Señor al que tomare su nombre en vano». Éxodo 20:1-7
Es imposible que la persona conozca al Altísimo y ser así, porque Él odia la idolatría, como expresa el primer mandamiento.
Él no permitió que el ser humano hiciera imágenes de Él, porque es Espíritu y no quiere ser adorado por medio de un objeto, sino en espíritu y en verdad, es decir, con inteligencia. Él no dejó dibujos ni imágenes, sino la Palabra, la Biblia, porque el que quiere conocerlo tiene que usar la mente, la inteligencia, escuchar la Palabra y creer o no.
En otras palabras, el deseo de Dios es habitar en el templo que construyó con Sus manos, que es el ser humano; y esta es nuestra lucha, hacer que las personas se vuelvan templos del Espíritu Santo.
Hoy las personas no pueden alegar ignorancia, el Evangelio está siendo predicad por nosotros y por otras iglesias. Ellas pueden decir que no quisieron, pero no que no tuvieron oportunidades. La Biblia está a disposición de todos, el internet es gratis y hay una iglesia en cada esquina. Las personas tienen acceso a la Palabra, no pueden decir que no tuvieron conocimiento. Por eso, la ignorancia ya no sirve de defensa.
Recordá:
Un día, todos nos presentaremos delante del Juez para ser juzgados (Hechos 17:31) y si nuestros pecados no están resueltos por el Señor Jesús, por Su sangre derramada en la cruz, sufriremos la condenación.
No es Dios ni el diablo quien lanza a las personas al infierno, son los pecados los que separan a las personas del Señor. Esto sucede porque ellas se resisten a Su perdón. Por eso debemos arrepentirnos y bautizarnos en las aguas, porque sin estas actitudes no hay perdón de pecados ni Salvación. Él está dando la oportunidad, pero, si no queremos, Él no puede obligarnos.
Hacé esto:
Hasta el 31 de diciembre habrá bautismo en las aguas en todas las Iglesias Universal del Reino de Dios, para todos lo que quieren arrepentirse y empezar el 2025 en novedad de vida. Acérquese a una Universal y reciba más orientación al respecto.