Vea la tentación como Dios la ve; algo que antecede a su aprobación y no reprobación, para que, una vez resistiéndola, siendo aprobado, garantice su recompensa en 3 niveles:
– Conciencia en paz, porque no ha hecho nada contrario a la Voluntad de Dios. Aunque usted no sea perfecto, su conciencia no le acusa, por eso, tiene paz.
– Certeza de que Dios tampoco lo acusa ni condena, porque Él lo ha perdonado y ahora vive en novedad de vida, pensando, hablando, haciendo y priorizando las cosas espirituales.
– Ni las personas ni los demonios pueden acusarlo de algo o hacer que se sienta acusado o condenado, porque su conducta entre conocidos y desconocidos, ante las personas o en ausencia de ellas, está siempre en la Presencia de Dios.
Por estos 3 beneficios, Dios permite la tentación; para que seamos probados, aprobados y galardonados. Si las resistimos, garantizamos nuestra Corona de la Vida.
«Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la Corona de la Vida que el Señor ha prometido a los que Le aman». Santiago 1:12
Observe que el Espíritu Santo nos alerta sobre nuestra guerra espiritual, y que estamos bajo los ataques del mal para que caigamos en tentación y perdamos la Corona de la Vida.
Así como perseveramos para no caer, el mal, de igual manera, persevera en sus ataques contra nosotros para que seamos reprobados en las pruebas.
Obispo Júlio Freitas
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