Lealtad ya no es una palabra muy común en nuestra sociedad, por esa razón existen tanta irresponsabilidad, indisciplina y falta de madurez.
Voy a poner acá su significado, pues quizás algunos no conocen su valor:
Cualidad, sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, espirituales y civiles, a los compromisos establecidos o hacia alguien.
Por esta razón, Dios permite que seamos tentados para que probemos nuestra lealtad hacia Él.
“Porque más Me deleito en la lealtad que en el sacrificio, y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos”. Oseas 6:6
Es obvio que Dios ya sabe quiénes somos, pero quedará probado para nosotros mismos, para los demás y para los demonios, a quién realmente somos leales o no.
-La lealtad de Abraham lo hizo padre de la fe,
-La lealtad de José lo hizo gobernador del Imperio Egipcio,
-La lealtad de Moisés hizo que él recibiera de Dios Sus Mandamientos, Leyes y Estatutos,
-La lealtad de Jefté lo hizo Juez del pueblo de Dios,
-La lealtad de Samuel lo hizo el mayor sacerdote y juez de Israel,
-La lealtad de David lo hizo rey de Israel y progenitor del Mesías,
-La lealtad de Ester la hizo reina de todos los pueblos,
-La lealtad de … y de tantos otros/as en el Antiguo Testamento…,
-La lealtad de Juan Bautista lo hizo el hombre más grande nacido de mujer,
-La lealtad del judío Pablo lo hizo el más Usado por Dios para Evangelizar y Salvar los gentiles,
-La lealtad de los primeros cristianos hizo que hoy tuviéramos la Sagrada Biblia de Génesis a Apocalipsis,
-La lealtad de _____________ (escriba su nombre) hará que sea un Instrumento en las Manos de Dios en 2025 como nunca antes.
«… el Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el Día del Juicio…”. 2 Pedro 2:9
Por esta razón, elija ser leal —no caiga en la tentación de serle desleal a Dios, que desde siempre ha sido Leal a Sus Atributos y, por eso, no hemos sido destruidos. Siempre que sea tentado, recuerde: “soy yo quien elige ser leal o desleal”.
Llego así a la conclusión de que los elementos esenciales para una vida cristiana de éxito no han cambiado, siguen siendo: fe-inteligente [sacrificial], valentía, sufrimiento honrado [por ser justo] y lealtad espiritual [Santificar el Nombre de Dios en nuestro carácter] hasta el último suspiro.
Obispo Júlio Freitas
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