“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.”, (Salmos 92:12).
Según la Biblia, el justo florecerá como la palmera, y cuando la persona es justa, no lo es en una época en particular o en cierto lugar, sino que es justa en cualquier circunstancia porque así es esta planta. Dios es justo y los que están en Él son correctos, íntegros y tienen buen carácter. Ellos florecen, muestran Sus frutos y la belleza de Su justicia.
Normalmente, los cedros se encuentran en las montañas, porque en esas condiciones tienen la posibilidad de crecer hacia abajo y así sus raíces alcanzan el agua que corre debajo de la tierra. Si encuentran rocas las esquivan y siguen creciendo hasta que hallan agua. En otras palabras, este árbol muestra la grandeza de Dios y la durabilidad de aquellos que son de Dios.
Quien es cedro sabe que va a encontrar piedras, pero las van a pasar por encima. El que es de Dios, vence. Los que están firmes en la roca (Jesús) podrá superar todo. Las luchas vienen, vamos a pasar por épocas de lluvia y de sequía, así es la fe. No espere un Señor mago, sino que Él deja que algunas cosas sucedan para que su fe sea afirmada.
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