Descubrí el secreto que transformó la pérdida total en una victoria total, y cómo aplicarlo hoy
Imaginá regresar de una guerra esperando descansar y, en cambio, recibir una terrible noticia. Esto fue lo que le pasó a David: él y sus soldados regresaron de una batalla y Siclag, su ciudad, estaba en ruinas. Sus familias habían sido secuestradas y sus propios guerreros querían apedrearlo, culpándolo de la situación. Pero David hizo algo decisivo: buscó a Dios antes de actuar (leé 1 Samuel 30).
¿Por qué esto es importante?
Todos enfrentamos pérdidas inesperadas: económicas, familiares o emocionales. Lo que define el resultado no es el tamaño del dolor, sino la fuente de tu reacción.
David no culpó a nadie, no actuó por impulso, sino que se fortaleció en Dios y buscó Su dirección.
3 aprendizajes de esta situación:
- No culpes a los demás
No hagas como los hombres de David, no culpes a los demás por los problemas. Después de todo, hay luchas que no son consecuencias de errores, sino que surgen porque el Señor las permite para ayudarnos a aprender y madurar. No importa cuál sea la dificultad: ¿envidia, decepción, amenazas, calumnias? Buscá al Altísimo porque Él cuida todo.
- Protegé lo más importante
David salió con todos los hombres y dejó la ciudad desprotegida. Esta brecha permitió el ataque. Aprendé:
El diablo entra cuando hay brechas. Trabajá, luchá, pero ciertos problemas hay que dejarlos afuera de la habitación para que no afecten tu matrimonio ni traigan peleas a tu hogar. Mantené el equilibrio: trabajá, luchá, pero prestale atención a tu familia.
- Consultá a Dios antes de decidir
David no se fue en la fuerza del odio ni de la venganza. Antes de tomar cualquier decisión consultó a Dios. Este es el secreto: buscar, escuchar y obedecer. La fe inteligente es la que escucha antes de actuar.
Aprendé a no actuar precipitadamente basándote en tus sentimientos ni confiando en tus propias fuerzas. Caminá con Dios, porque Él te protegerá y no permitirá que nadie te haga ningún mal. Al contrario. David se topó con un enemigo debilitado en su camino y, en lugar de ignorarlo, lo ayudó y fue precisamente esta persona quien lo guió hasta los responsables de la tragedia. El que cree vive experiencias que no dejan dudas: es el Padre Quien guía.
¿Final feliz? Sí, con Dios:
La historia empezó triste y cruel, pero terminó con alegría y una gran victoria. Podés estar pasando por un momento complicado y difícil, pero si creés y obedecés todo terminará bien. El Señor no cambia, Él es el mismo y sigue restaurando, bendiciendo y te hará regresar con la frente en alto a donde fuiste humillado.
Participá:
La reunión de la Prosperidad con Dios se realiza todos los lunes, a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y, principalmente, a las 20 h, en la Sede Nacional de la Universal, en Av. Corrientes 4070, Almagro, y en todas las Universal del país.