¿Cuántas personas no pasaron por la Universal en estos 48 años de la Universal? ¿Y cuántas permanecieron?
Nosotros permanecimos porque tenemos una necesidad en común: Afirmarnos con Dios. Elegimos no solo oír, sino creer 100 % en ella, aceptarla y practicarla.
Quien solo usa la Fe para recibir milagros y alcanzar metas, no permanece, a ejemplo de lo que pasó con el Señor Jesús, que 42.000 personas lo seguían pero solo 500 permanecieron.
«Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. A Él sea el dominio por los siglos de los siglos. Amén.» 1 Pedro 5:6-11
Muchos se echaron a perder porque se mantuvieron soberbios, con sus objetivos como prioridad y no su Alma.
Cuando la conciencia acusa, Dios también acusa, así que debemos practicar lo que aprendemos para no bajar la guardia y que el diablo tenga ventaja sobre nosotros.
Al diablo se lo resiste firme en la Fe, o sea, entregado de manera consiente a Dios y conectado con Él.