1.° La fe de la persona es avivada
Las obras demuestran la fe; la fe sin obras es muerta.
— Al joven religioso, educado, rico y bien intencionado le faltó la fe con obras. El sacrificio que Jesús le Pidió:
“Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los Cielos; y ven, Sígueme. Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico”. Lucas 18:22-23
— Cuando el Señor le Dijo a ese hombre: “… vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres…”, Él estaba diciendo que: “Les darás a los que nunca te devolverán y Me seguirás, creyendo y confiando que tu recompensa vendrá de Mi Padre, Dios”.
El verdadero sacrificio implica abandonar las cosas del mundo, las voluntades egoístas para darles a los demás la oportunidad de conocer a Dios a través del testimonio personal.
— En esta guerra entre la Justicia y la injusticia, aceptar la injusticia es dejar que las tinieblas prevalezcan y que los hijos de Dios no disfruten lo que Él prometió; en cambio, no aceptarla y resistirla con fe, fuerza, sacrificio y valentía e insistir por la Justicia Divina es permitir que Dios sea Glorificado a través de los testimonios verídicos.
2.° La persona es liberada de personas
Comenzando por ella misma:
“Si alguno viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo. El que no carga su cruz y viene en pos de Mí, no puede ser Mi discípulo”. Lucas 14:26
— Negarse a sí mismo es sacrificar, incluso a personas, cosas, lugares, hábitos y tradiciones. Es decir, renunciar y desapegarse.
— Cuando vivís esa fe sacrificial, sos fortalecido, así como el músculo que se ejercita diariamente.
3°. La persona alcanza madurez espiritual
— Las personas que sacrifican de forma espontánea maduran, independientemente de la edad que tengan.
— La madurez espiritual se adquiere a través de las pruebas de la propia fe, de las renuncias personales y del sacrificio, que es el ápice de la fe, porque la hacen quedar en la dependencia de Dios, lo que permite que tenga una relación con el Altísimo.
— Dios le pide en sacrificio determinadas renuncias, como: amistades indebidas, dudas, costumbres, rencores, libros doctrinarios, miedos, vicios, soberbia, mentiras, perfiles falsos, materialismo, traumas, vanidades, entregarLe a Dios el miedo a la pérdida de seres queridos o la dependencia de otros. Todo esto, sacrificado en Su Altar, Él lo Ve como un acto de fe.
4.° La persona es blindada y protegida
— Los demonios no pueden acusar ni tocar a quien ha obedecido incondicionalmente la Voz de Dios.
— Esta persona queda blindada; significa que nada le seduce, domina o controla, ni siquiera las propias inclinaciones o sugerencias del mundo.
El sacrificio tiene el poder de blindar, permitiendo que uno aprenda a prosperar incluso en el desierto interior, viendo lo invisible y sintiendo el calor Divino en las noches frías.
Jesús dijo en Lucas 6:29: “Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra…”, porque el verdadero dolor será para el que golpee, no para el que reciba el golpe.
En otras palabras, el sacrificio:
• Aviva
• Libera
• Madura
• Protege
El sacrificio que Dios Pide es personal; es un proceso continuo. Si este sacrificio es vivo, estas cuatro cosas ocurren en la persona.
¿Cuántas veces Dios te Pidió algo y te resististe a hacerlo por pensar en el aquí y ahora, y en el dolor que eso implicaba? Pero ¿te pusiste a pensar que lo que hoy te produce dolor el día de mañana puede ser un gran testimonio que Glorificará el Nombre de Jesús en tu vida?
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¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!
Ob. Julio F.