Los problemas de Claudia y Arnaldo cuando se fueron a vivir juntos: “Habíamos tenido un lindo noviazgo pero esa decisión hizo que todo se complicara, ya que ambos fuimos infieles y vivíamos de apariencia”, recuerda Arnaldo.
Claudia trataba de salvar la pareja, pero lejos de Dios, todo se hacía difícil: “Yo amaba a mi esposo, pero no quería saber lo que él hacía, queríamos estar juntos, pero no asumíamos ningún compromiso. Para nosotros la palabra casamiento no existía. Discutíamos tanto que tomamos la decisión de separarnos, eso fue lo peor”.
Ellos conocieron la Universal, Dios los bendijo y se dieron cuenta que necesitaban cambiar para ser realmente felices: “Le prepuse a Claudia que nos comprometiéramos delante de Dios. Nos casamos y fue ahí el comienzo de la gran bendición en nuestra vida. Cambiamos por dentro, logramos perdonar y olvidar las cosas malas que habíamos hecho”, finaliza Arnaldo.
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