Guillermina: “Yo llegué en la miseria total, descreída de todo. Decía que me iban a sacar todo, pero qué me iban a sacar, si yo dormía en el piso. Después de haber tenido un buen pasar económico, viajes al exterior y autos 0km, nos quedamos sin nada. Estaba separada, mis hijos estaban en los vicios y habían dejado los estudios.
Trabajaba en una empresa multinacional y ganaba miseria, lo más humillante era que no tenía para comer. Entonces, esperaba que la gente de la empresa se fuera del comedor para poder llevarme las sobras y así mi familia pudiera alimentarse.
Empecé a participar en el Congreso para el Progreso y empecé a soñar. Perseveré, obedecí y vi los resultados. Dios abrió mi visión, mis hijos empezaron a encaminarse, volvieron a estudiar, hoy son profesionales y trabajan en el exterior.
Yo conquisté la casa con la que siempre soñé, fui ascendida en el trabajo, no fue fácil, no es magia, es perseverancia. Incluso mi hijo tenía un juicio trabado hacía siete años y el cheque ya está para retirar”.
Si usted está pasando por un problema económico, participe del Congreso para el Progreso a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h en en el Templo de la Fe y en la Universal más cercana a su domicilio, haga clic aquí y vea las direcciones.
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