Las tiendas de aplicaciones de plataformas de celular están recibiendo productos que ofrecen conversaciones con Inteligencia Artificial (IA) sobre contenidos bíblicos y cristianos. Pero esto ¿cómo puede perjudicar nuestra fe?
El problema de la aplicación bíblica de IA:
Los desarrolladores entrenan la IA de la aplicación para aconsejar a las personas sobre la Biblia. Ahora, pensemos un poco, porque muchos cuestionamientos pueden surgir de este nuevo hábito de consumo. En primer lugar, ya es insensato que una persona crea que una máquina puede ayudarnos a conectarnos con Dios. Aunque esto sea un absurdo, el propio Sam Altman, de ChatGPT, afirmó que es notorio de qué manera las personas confían ciegamente en la información de una IA. Y una de esas aplicaciones bíblicas ya suma más de 25 millones de usuarios.
La IA puede actuar por intereses oscuros:
De esto se derivan otros problemas. Por ejemplo, ¿cuál es la garantía de que la IA no alterará los versículos bíblicos cuando esté “aconsejando” espiritualmente a alguien? ¿O cuál es la garantía de que la IA no servirá a los intereses de organizaciones para alejar a las personas de la verdadera fe con informaciones oscuras y distorsionadas?
¿La IA poniéndose en el lugar de Dios?
Además, una de las aplicaciones inicia la conversación como si fuera Dios, diciendo: “Saludos, hijo mío”. Todo con un disfraz de aplicación cristiana. ¿No resulta, como mínimo, extraño que la IA se identifique como “Dios”?
“Solo una consulta”:
Quizás una persona pueda incluso decir: “Voy a usar esta aplicación solo para buscar versículos”. Sin embargo, la notificación del chat permanece allí, apareciendo todo el tiempo, sugiriendo que inicie la conversación. Esto puede incentivarla a comenzar el diálogo tarde o temprano. Y lo que iba a ser “solo una consulta”, se convierte en un hábito diario de conversaciones con una IA.
La IA ocupando el lugar de Dios:
Finalmente, vale notar que la IA está ocupando el lugar de Dios. En vez de dedicar el tiempo a desarrollar una relación de calidad con el Altísimo, la persona gasta un momento del día para relacionarse con una máquina. Sutilmente, los espíritus malignos le quitan a la persona la rutina de intimidad con Dios, mientras que ella, inocentemente, cree que no está haciendo nada malo.
El conformismo puede ser la puerta a un abismo espiritual:
Es posible que parte de la popularización de este tipo de aplicación surja de la “practicidad” que ofrece. La idea transmitida por el producto de que la persona ya no tendrá el “trabajo” de pensar por sí misma sobre el Texto Bíblico, de que tendrá fácilmente versículos y consejos espirituales en la palma de la mano o de que obtendrá respuestas inmediatas a sus cuestionamientos, hace que todo suene muy atractivo.
La IA está yendo demasiado lejos:
El 18 de septiembre, Albania, país de la región de los Balcanes, presentó a la primera ministra generada por IA. Se llamaba Diella y dio un discurso ante el parlamento. Además, aseguró que no desea “reemplazar a los humanos, sino ayudarlos”. Y su responsabilidad será la de fiscalizar contratos públicos. A pesar de esto, la oposición del gobierno no estuvo de acuerdo con la idea y señaló que el uso de IA no garantizará la ausencia de corrupción. Poco a poco, el mundo avanza hacia una distopía, acercándose a lo que fue descrito en Apocalipsis.
Qué hacer con esta información:
No tercerices tu relación con Dios. La calidad de tu vida con Él depende exclusivamente de vos. Cuidado con las ideas sutiles que el espíritu del anticristo busca implementar en la sociedad. Además, en lugar de consultar aplicaciones cristianas oscuras, recordá que existe la Biblia con anotaciones hechas por el obispo Macedo.