«Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.
Escucha, oh Señor, mi oración, y atiende a la voz de mis súplicas». Salmos 86:5-6
«Mas Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, LENTO PARA LA IRA y abundante en misericordia y fidelidad».
Salmos 86:15
«Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero No Sea como Yo quiero, sino como Tú quieras».
Mateo 26:39