¿Quién puede considerarse amigo de Dios?
Vosotros sois Mis amigos si hacéis lo que Yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre. Juan 15:14-19
Él dejó en las Escrituras Sagradas la invitación a que cada uno sea Su amigo, porque siempre está presente, siempre te ve, Él sufre con tu sufrimiento, Él es Verdadero Amigo.
Sostener, cumplir y comprometerse con la palabra que sale de tu boca equivale a hacer según la orden de Dios; eso hace que la palabra que cada uno da, la palabra que cada uno empeña sea muy importante.
El dolor de Dios hizo que tomara una decisión que dividió la historia en un antes y un después, Él dio a Su hijo. Pasa el tiempo, pero Su interés sigue intacto, Él dice: “Venid a Mí”, es decir, acercate, buscame, hablá conmigo.
El caso es que No ir a Él y no obedecerLo nos vuelve enemigos de Dios y, automáticamente, amigos del mundo. La obediencia a Su Palabra la debemos demostrar con las obras. Esto nos ayuda a volvernos amigos íntimos de Dios.
¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Santiago 4:4
Él vino para librarnos de los pecados, sin embargo, la religiosidad nos aleja de la vida con Él. Abraham, el padre de la fe, hizo lo contrario al religioso; Abraham no creyó en Dios, él Le creyó a Dios porque creyó en el carácter de Dios.
Creer en Dios, es lo que hace la mayoría, pero creerle a Dios es lo que lleva a actuar, a desafiarnos y a ir más allá. Cuando somos fervorosos, no somos guiados por los sentimientos, por la religión, sino por la fe. Y la fe transforma lo imposible en posible, es lo que salva del más grande abismo, es la actitud que obedece Su voz.
Las palabras que salieron de la boca de Dios, además de traer a la existencia lo que no existía, decidió el orden de prioridad en nuestras vidas, de acuerdo con lo más valioso:
1.° Dios.
2.° El alma que es eterna.
3.° El alma del prójimo.
¿Querés ser amigo de Dios? ¿Cuáles son tus prioridades?
