Nuestra Jornada hacia el Jardín del Getsemaní comenzó con el caso verídico de Marisel, quien sufrió en carne propia los resultados de vivir según su propia voluntad.
A los 6 años sufrió abusos de tres personas diferentes. También sufría insomnio, escuchaba voces y veía sombras en su casa y en el colegio: “Mis compañeros decían que me estaba volviendo loca”.
En la adolescencia se involucró en los vicios a causa de la mala junta y conoció a una persona, pero al poco tiempo empezaron las infidelidades. Quedó embarazada y tuvo un aborto espontáneo, eso dejó una marca en su interior.
Luego de 14 años de sufrimiento, volvió a la Universal. Empezó a obedecer y entendió que Dios podía hacer todo nuevo en su vida. Participó de la Hoguera Santa, hizo su Sacrificio Completo y recibió la Mayor Riqueza, el Espíritu Santo.
En el Jardín del Getsemaní, intercederemos por las personas que reconocen que lo más valioso es el Alma y que solo cuando entregamos nuestra voluntad mala e imperfecta por la de Dios, que es Buena, Agradable y Perfecta, vemos la transformación de nuestra vida.
Antes de finalizar leímos Lucas 22:45:
“Cuando Se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza…”.
Esto nos recuerda que no podemos entregarnos a la tristeza, debemos reaccionar, despertar y buscar lo que Dios ha prometido para nosotros.
1° Día de la Jornada al Jardín del Getsemaní