Una mañana en donde el Espíritu de Dios habló de una manera diferente a cada uno de los presentes en la Sede Nacional de Argentina.
Nosotros tenemos el poder de elegir qué pensamientos vamos a alimentar: los pensamientos que sugiere el mal o los que vienen del Señor.
Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias; ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. Romanos 6:12-14
Tenemos 3 jardines y uno de ellos es la mente.
La Palabra de Dios nos hace ser discretos, cuidando nuestro jardín y no queriendo mostrar para los demás.
Con generosidad le darás, y no te dolerá el corazón cuando le des, ya que el Señor tu Dios te bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas. Deuteronomio 15:10
Cuando esté en nuestro poder ayudar, hay que hacerlo, pero con todo nuestro corazón y con generosidad.
Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras. Mateo 26:39
Nosotros no podemos apoyar nuestra fe en nadie, así como el Señor Jesús no lo hizo en sus discípulos, sino en su esencia como Hijo, Siervo, etc.
El candelabro de 7 lámparas era para iluminar, y así mismo Dios nos hizo ser la misma luz en esta tierra.
Tener el olfato espiritual desarrollado nos hace ser perceptibles a las situaciones, pensamientos y dificultades.
Cuando nosotros percibimos algo extraño en el aire, debemos darle uso al perfume que Dios nos dio.
«Todo hijo de Dios tiene que exhalar el perfume de Cristo».
La oración más difícil es: «Que sea hecha Tu voluntad y no la mía».
Cuando nuestras oraciones no son contestadas, debemos pensar si estamos poniendo al Señor en primer lugar.
