La furia de la naturaleza arrasa con todo y aquellos que están en situación vulnerable son los que más sufren las consecuencias de no tener los medios necesarios para sobrevivir. En Santo Tomé, Corrientes, los vecinos vieron con tristeza como las lluvias arrasaban con todas sus posesiones. Después de semejante tragedia, lo único que resta es hacer lo posible por reconstruir su hogar.
Conscientes de las necesidades inmediatas de los vecinos del lugar, el T-Ayudo realizó un evento en el que los habitantes recibieron 3900 kilos de alimentos y 9300 prendas de ropa. Los voluntarios trabajaron para recaudar la ayuda y se presentaron en el lugar no solo para brindar ayuda física, sino que también estuvieron dispuestos a ofrecer una palabra de aliento en el difícil momento que están atravesando.
Natalia, una de las afectadas por la inundación, comenta su experiencia: “Acá nos afectó mucho el agua, no pensábamos que iba a llover así. Una noche tuvimos que salir de casa, mi hija fue socorrida junto con mi mamá. Mi marido y yo nos quedamos hasta lo último en mi casa, pero nos tuvimos que ir porque el agua avanzaba.
Para mí fue una gran sorpresa lo que hicieron. Fue inesperado que una Iglesia nos ayude, muy pocas iglesias nos ayudaron. La gente está sorprendida porque en realidad nos habían mentido mucho. Estamos viendo que cumplieron con nosotros y que nos ayudan, gracias por todo lo que nos está dando la Iglesia Universal”.
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