En la actualidad existen tres mundos: el físico, el espiritual y el virtual.
El mundo físico es el que podemos percibir. El mundo virtual permite que las personas tengan acceso a cosas que no se tienen en el físico y las hace pensar que tienen un cierto tipo de “libertad”, que resulta peligrosa.
En cambio, el mundo espiritual es desconocido por la mayoría. Muchos llegan a pensar que no existe, pues no se lo puede percibir en el mundo físico.
El acceso al mundo espiritual es distinto porque es un mundo que está completamente fuera del control humano.
Pero lo que mucha gente no sabe, es que el mundo espiritual es el que controla los otros dos mundos. Muchos son los que insisten en que este no existe, aunque están debajo de su control.
El mundo espiritual alimenta lo que no se ve y no se oye. El mismo, está controlado por dos señores.
Por un lado, el señor del mal se alimenta de lo peor de los seres humanos y por el otro, el Señor del bien se alimenta de todo lo que es bueno en el ser humano.
Cuando se deja llevar por las sugerencias del señor del mal, nada sale bien.
Pero las personas que son de Dios no se dejan llevar por las sugerencias del mal, sino que oyen la voz del Señor del bien, como el Señor Jesús muestra en Su palabra.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.”, (Juan 10:27).
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