Quien ha sufrido algún tipo de injusticia sabe el daño que provoca pasar por esa situación. El hecho de tener derechos y no poder ser beneficiado por los mismos; como también saber que está en lo correcto y, aun así, ser acusado como el “equivocado”.
Por más que muchos tengan la esperanza de que la justicia en la Tierra se cumpla, esta siempre fallará.
Pero la justicia que viene de Dios siempre será superior a la justicia de los hombres.
El obispo Edir Macedo aclaró el tema refiríendose a la justicia de Dios, ya que si alguien quiere Su respuesta como juez, es necesario que sea una persona justa.
“Dios no permite que alguien que vive en la injusticia llegue al Reino de los cielos, ya que Él es justicia, y no puede haber comunión entre la luz y las tinieblas,” dijo.
Muchos se han preguntado: ¿cómo convertirme en justo y tener un comportamiento fiel a Dios? El Obispo responde: “Cuando la persona vive en el pecado, es imposible que su justicia sea mayor a la de los escribas y fariseos.
Sin embargo, cuando una persona deposita su fe, su confianza, su vida, en la persona del Señor Jesús; cuando oye y practica la Palabra de Dios, entonces es justificada por el Señor Jesús, a causa de su fe.”
El próximo 17 de septiembre, en en Templo de la Fe y en todas las Universal del mundo tendrá lugar un clamor especial por la justicia divina.
Obispos y Pastores estarán uniendo su fe junto al pueblo de Dios para pedirle que sea hecha justicia en su vida.
Ese día millones de personas en todo el mundo estarán presentando su queja delante del trono de Dios para reclamar las promesas escritas en Su palabra.
Si usted ha pasado por una injusticia y desea la justicia de Dios en su vida, participe este domingo 17 de Septiembre a las 9:30 en el Templo de la Fe o en la Universal más cercana a su domicilio.
“Creí y Dios fue mi juez justo”
Adelia: “La injusticia que sufría en mi vida, era la miseria. Vivía de prestado, comía de lo que me daban. No podía solventar mis propios gastos a raíz de una enfermedad.
Me invitaron a la Universal, vine y justo había una campaña por la justicia. Lo vi como una oportunidad, creí que Dios iba a hacer cumplir Su promesa en mi vida, y así fue.
Ahora tengo mi empresa, me dedico a hacer vestidos de fiesta, diseño de alta costura, y pertenezco a una empresa de multinacional de Estados Unidos. Dios hizo justicia en mi vida”.
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