En las últimas semanas, una serie violenta de desastres naturales mató a alrededor de 400 personas en varios países del mundo. En México, el peor terremoto desde 1932 demolió casas, edificios públicos y le quitó la vida a por lo menos 300 personas. El país todavía enfrentó el huracán Katia, que golpeó la costa este y provocó deslizamientos de tierra, fuertes lluvias, vientos y dos muertes.
En diferentes islas del Caribe, como Cuba, St. Martin y Antigua y Barbuda, el huracán Irma devastó paisajes, arrasó cultivos, destruyó gran parte de la infraestructura turística y mató a por lo menos 37 personas.
Los Estados Unidos fueron alcanzados por el huracán Harvey, que afectó principalmente a Texas, en donde mató a 60 personas, dejó a un millón sin hogar, dañó edificios y generó un colapso en el sistema eléctrico. El huracán Irma también provocó destrucción, principalmente en el Estado norteamericano de Florida, donde hubo calles inundadas y residencias destruidas, dejando un saldo de aproximadamente 40 muertos.
El Irma también alcanzó los Estados de Geórgia y Carolina del Sur, donde mató a 7 personas.
Tristes escenas
El escenario es desolador. Imágenes de las agencias internacionales de noticias muestran a las familias sin hogar tras la pérdida de sus casas. Edificios enteros fueron destruidos. Las carreteras fueron cerradas y las calles quedaron completamente anegadas. Los árboles fueron arrancados de raíz y se derrumbaron sobre autos y casas. Barcos que estaban anclados fueron arrastrados como si fueran de papel.
A miles de personas le faltó agua potable. Millones se quedaron sin energía eléctrica. Los sistemas de comunicación fueron interrumpidos y muchos ciudadanos tuvieron dificultades para hablar con sus familiares. Poblaciones enteras aún están sin luz y necesitan ayuda para conseguir agua y comida.
Caribe
En la isla de Barbuda, en el Caribe, la destrucción causada por el huracán Irma es tan grande que solo será posible recuperar todo lo que se perdió de aquí a algunos años, según las declaraciones de las autoridades locales. En esa región, la Universal está presente en diferentes islas, como Antigua y Barbuda, St. Martin, Belice, Curazao, Aruba, República Dominicana y San Vicente y Granadinas, entre otras.
En Trinidad y Tobago, el pastor Edson Coutinho, responsable del trabajo evangelístico de la Universal en el Caribe, explicó que pastores, esposas y miembros de la institución en el Caribe están bien, a pesar de la destrucción provocada por la tormenta. “Las autoridades venían alertando sobre el huracán y la mayoría logró prepararse, abasteciéndose de comida, agua y protegiéndose en sus casas.”
La Iglesia en la isla de Antigua ya está funcionando con normalidad y recaudando donaciones para ayudar a las personas afectadas por el huracán. “En contacto con el primer ministro de Antigua y Barbuda (Gaston Browne), nos colocamos a disposición para ayudar a la población y, brevemente, realizaremos la distribución de lo que recaudemos. Todo el pueblo de la Iglesia abrazó este momento difícil que las personas en Barbuda están atravesando”, dijo, agregando que la Universal también se está movilizando en otras islas.
Coutinho afirmó que los pastores, esposas y miembros de la Universal en el Caribe comenzaron a realizar oraciones desde el momento en el que supieron de la llegada del huracán. “Los meteorólogos preveían algo peor de lo que estamos viendo y no sucedió debido a las oraciones, yo creo.”
Instalado en Antigua, el pastor Edson Silva contó que la Isla ya logró restablecer muchos servicios y está recibiendo a la población de Barbuda, una de las más atacadas por el huracán. “Allí, el 95% de las propiedades fueron dañadas y los sistemas de comunicación fueron destruidos.”
Sin agua y sin luz
En St. Martin, el pastor Ricardo Santos (foto de al lado) afirmó en el reportaje que la situación quedó muy complicada por varios días, con comercios y otros servicios cerrados. Las autoridades locales solicitaron a la población que no saliera de sus casas los primeros días luego del huracán. “Aquí del lado Holandés (la otra parte del territorio es francesa), el 75% de las construcciones se vieron afectadas. El gobierno se movilizó rápidamente para la reconstrucción del país, pero aún estamos sin agua y sin electricidad”, dijo.
Según él, Holanda ya envió ayuda y la basura acumulada será llevada a Curazao, ya que no hay espacio en la Isla. “Aún no hay posibilidad de normalización, pues hubo mucha destrucción. Los comercios que no fueron muy afectados comenzaron a abrir hoy (11 de septiembre), como farmacias y tiendas de comestibles.”
El pastor contó que la fe les dio fuerzas a los miembros de la Universal para enfrentar el huracán. “La fe es la base de todo. A causa de la fe en el Señor Jesús pudimos ver que tuvimos una protección muy grande.”
Según él, el trabajo de la Universal todavía está un poco limitado debido a la situación de la isla. “Estamos firmes en la fe y trabajando para la reconstrucción de St. Martin, pero aún hay toque de queda en las calles, no podemos caminar demasiado. Ayer, caminamos un poco para ayudar a las personas que no tenían agua para beber ni comida, porque perdieron todo en el huracán”, relató.
Destrucción y dolor en México
Los Estados mexicanos de Oaxaca y Chiapas fueron los más afectados por el peor terremoto enfrentado por el país en décadas. Hubo más de 300 personas muertas.
“Aquí en la ciudad de Oaxaca (capital del Estado del mismo nombre), donde el terremoto fue de 8.2 grados, hubo derrumbes, calles abiertas por hendiduras y muertes. Pero la ciudad de Juchitán de Zaragoza (también en el Estado) fue la más afectada. Edificios y casas enteras sufrieron derrumbes, escuelas, edificios del gobierno totalmente destruidos”, detalló Marcia Galceran, esposa del pastor Claudio Henrique, responsable regional de la Universal de Oaxaca.
El estado cuenta con dos templos y tres núcleos de la Universal. Además del terremoto, la región ya venía enfrentando muchas lluvias las semanas anteriores, lo que agravó la situación, según Marcia. “Hubo derrumbes, desbordaron los ríos y muchas personas tienen sus casas inundadas. Muchas de ellas no están logrando llegar a la Iglesia, ya que hubo derrumbes también en los caminos”, afirmó, agregando que el templo de la Universal ya fue evaluado por la Defesa Civil y está apto para funcionar.
Marcia aún destacó que la fe ha sido la principal base para enfrentar la situación. “Solamente la fe nos da la certeza de que estamos en el camino correcto. Frente a frente con la muerte, notamos que todo lo que hemos enfrentado para tener nuestra Salvación y llevar esa Salvación a nuestro pueblo vale la pena. Es la fe que no da fuerzas para levantar a aquellos que se encuentran perdidos en un momento tan desesperante como este”, dijo.
En Tuxtla Gutiérrez, capital del Estado de Chiapas, miles de casas fueron afectadas, así como los comercios, shoppings y hospitales, informó Bruna Silva, esposa del pastor Cassio Silva, Regional de Chiapas. “La intensidad fue muy fuerte, pero la casa en la que vivimos tuvo solo rajaduras leves. Quedamos sin energía eléctrica por dos días. En nuestra Iglesia, algunas letras del letrero del altar se soltaron, así como los pedazos de yeso del techo, pero la Protección Civil del Estado nos aseguró que el edificio no tiene comprometida la estructura”, dijo. La Universal tiene cuatro iglesias en Chiapas, la más grande en la capital.
“Así como el Señor nos libró de este gran terremoto, Él seguirá concediendo el libramiento a todo aquel que use esa fe, aunque sea del tamaño de un grano de mostaza”, agregó, citando un fragmento del libro de Lucas, de la Biblia.
El obispo Djalma Bezerra, responsable por el trabajo de la Universal en México, recordó que el terremoto fue un momento inesperado. “Fuimos sorprendidos. Por señal, así será el regreso de Nuestro Señor Jesús. Por eso, debemos estar preparados. La fe bíblica no es solo la que conquista, sino principalmente la que nos mantiene firmes”, dice. Según él, todos los templos de la Universal en el país están movilizados para atender a las víctimas en las ciudades más afectadas. Hasta el cierre de este reportaje, alrededor de 3.500 familias habían recibido canastas básicas con donaciones recaudadas por voluntarios de la Universal.
Tormentas en los Estados Unidos
A finales de agosto, el huracán Harvey llegó al Estado norteamericano de Texas, dejando a la capital, Houston, bajo el agua y dándole inicio a días de de mucha tensión en los Estados Unidos. Considerado el huracán más fuerte en afectar el Estado en medio siglo, mató por lo menos 60 personas, dejó 1 millón de damnificados provocó daños de aproximadamente US$ 180 billones.
“En los lugares más perjudicados, la situación aún es desoladora, las personas perdieron todo. Y todos esos elementos perdidos estuvieron siendo colocados en frente de las casas, transformando muchas partes de la ciudad en un basural a cielo abierto. En algunos lugares hay olor a moho y un fuertísimo olor a muerte. Es una escena apocalíptica”, dijo el obispo Guaracy Santos (foto de arriba), responsable por el trabajo de la Universal en Texas en idioma español, a partir de la Sede de Westpark, en Houston. La Universal está en 24 ciudades en Texas, Con un total de 31 iglesias, seis de ellas en Houston.
Él contó que los miembros de la Universal en los Estados Unidos se unieron para recaudar donaciones y llevar apoyo a las víctimas. Más de 35 mil personas están envueltas en la acción. “La prioridad fue llevar a las personas que estaban aisladas exactamente lo que les estaba faltando: comida, agua, ropas, productos de higiene personal, kits infantiles (remedios y alimentos) y, sobretodo, el consuelo espiritual”, explicó.
Hasta el 13 de septiembre, la Universal ya había distribuido alrededor de 120 toneladas de donaciones, entre comida, agua, pañales para bebé, pañales geriátricos, productos de higiene y ropas. Otro camión con 20 toneladas de donaciones del Estado de Nueva York estaba camino a Texas. “La fe es la única manera de rescatar todo lo que fue perdido, tanto dentro como fuera de las personas. En este momento, la única herramienta de reconstrucción es la fe.”
La joven Bianca Porter, de 19 años, Miembro de la YPG, grupo de jóvenes de la Universal, habló sobre la tormenta en Texas. “Durante el huracán, me quedé con mi abuela para que ella no esté sola. No fuimos muy afectados, pero vimos a personas tener sus casas y barrios inundados y que necesitaron ser rescatadas por helicópteros y eso me afectó”, detalló la joven, que decidió participar de la acción voluntaria. “Lo que el grupo joven está haciendo es muy bueno. Recibimos y preparamos los materiales para la donación”, dice.
El huracán Irma provocó destrucción en Florida y mató más de 30 personas. El obispo Bruno Gouveia (foto de la lado), responsable por el trabajo de la Universal en Florida, contó detalles. “Las ciudades quedaron vacías, muchas casas y autos fueron abandonados y los mercados quedaron completamente vacíos. Las personas compraban todo lo que veían en frente, hasta cosas innecesarias, tamaña era la desesperación. Eso nos hace acordar del regreso de Jesús”, dijo.
“El gobernador ordenó la evacuación de Miami. Nosotros, los pastores y esposas, decidimos quedarnos y usar la fe que mueve montañas para mover de trayecto el huracán. Y eso fue lo que sucedió. A pesar de entrar por el lado oeste de Miami, los daños fueron mucho menores de lo esperado.”
Según el obispo, más de tres toneladas de suministros ya fueron donadas por los voluntarios de la Universal a los afectados por el huracán en el Estado, pero el número debe superar las 10 toneladas los próximos días.
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