Gisella: “Mi experiencia fue en el área espiritual. Fui para la graduación del Godllywood, pero mi objetivo, era que Dios renovara mi interior y mi comunión con Él.
Necesitaba recuperar estabilidad, equilibrio espiritual; llegar fue impactante, mucho más de lo que imaginaba.
Tenía expectativas, pero cuando llegué y me paré frente al Templo, pude contemplar la grandeza de Dios y al entrar fue lo más hermoso que me pasó. Me di cuenta lo insignificante que somos, como personas, como seres humanos y criaturas.
Supe que Dios, en su infinita misericordia, nos guarda. Me impactó el tamaño del lugar. Me di cuenta que allí estaba la presencia de Dios. Sabía que iba a volver de otra manera, una nueva mujer, sierva e hija, estar ahí fue lo más lindo, después de recibir el Espíritu Santo.
Fue muy difícil viajar, tuve que hacer de todo y todo sacrificio que hice valió la pena. Vendí cosas, mi familia me ayudó, sabíamos que, si alguno entraba en aquel lugar, mi familia iba a ser bendecida. No solo vine con esa bendición, sino que la traje para mi familia”.
[related-content]