Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
2° Reyes 15
1 En el año veintisiete de Jeroboam, rey de Israel, comenzó a reinar Azarías, hijo de Amasías, rey de Judá.
2 Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jecolía, de Jerusalén.
3 E hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho.
4 Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
5 Y el Señor hirió al rey, y quedó leproso hasta el día de su muerte. Y habitó en una casa separada, mientras Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa, gobernando al pueblo de la tierra.
6 Los demás hechos de Azarías y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
7 Y durmió Azarías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y su hijo Jotam reinó en su lugar.
8 En el año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá, Zacarías, hijo de Jeroboam, reinó seis meses sobre Israel en Samaria.
9 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, como habían hecho sus padres; no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.
10 Entonces Salum, hijo de Jabes, conspiró contra él y lo hirió delante del pueblo y lo mató, y reinó en su lugar.
11 Los demás hechos de Zacarías, he aquí, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
12 Esta es la palabra que el Señor habló a Jehú, diciendo: Tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel. Y así fue.
13 Salum, hijo de Jabes, comenzó a reinar en el año treinta y nueve de Uzías, rey de Judá, y reinó un mes en Samaria.
14 Entonces Manahem, hijo de Gadi, subió de Tirsa y vino a Samaria, e hirió a Salum, hijo de Jabes, en Samaria, y lo mató y reinó en su lugar.
15 Los demás hechos de Salum y la conspiración que tramó, he aquí, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
16 Entonces Manahem hirió a Tifsa y a todos los que estaban en ella y en sus alrededores desde Tirsa, porque no le abrieron las puertas, por eso la hirió; y abrió el vientre a todas las mujeres que estaban encinta.
17 En el año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá, Manahem, hijo de Gadi, comenzó a reinar sobre Israel; y reinó diez años en Samaria.
18 E hizo lo malo ante los ojos del Señor; todos sus días no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.
19 Pul, rey de Asiria, vino contra el país, y Manahem dio a Pul mil talentos de plata para que su mano estuviera con él para fortalecer el reino bajo su mando.
20 Entonces Manahem exigió el dinero a Israel, a todos los ricos poderosos, de cada uno cincuenta siclos de plata para pagar al rey de Asiria. Y el rey de Asiria se volvió y no se detuvo allí en el país.
21 Los demás hechos de Manahem y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
22 Y durmió Manahem con sus padres, y su hijo Pekaía reinó en su lugar.
23 En el año cincuenta de Azarías, rey de Judá, Pekaía, hijo de Manahem, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó dos años.
24 E hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.
25 Entonces su oficial, Peka, hijo de Remalías, conspiró contra él y lo hirió en Samaria, en la ciudadela de la casa del rey, y también a Argob y a Arie; y con él estaban cincuenta hombres de los hijos de los galaaditas. Y lo mató y reinó en su lugar.
26 Los demás hechos de Pekaía y todo lo que hizo, he aquí, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
27 En el año cincuenta y dos de Azarías, rey de Judá, Peka, hijo de Remalías, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó veinte años.
28 E hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.
29 En los días de Peka, rey de Israel, vino Tiglat-pileser, rey de Asiria, y tomó Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad y Galilea, toda la tierra de Neftalí; y los llevó cautivos a Asiria.
30 Y Oseas, hijo de Ela, tramó una conspiración contra Peka, hijo de Remalías, y lo hirió y le dio muerte; y reinó en su lugar, en el año veinte de Jotam, hijo de Uzías.
31 Los demás hechos de Peka y todo lo que hizo, he aquí, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
32 En el segundo año de Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, comenzó a reinar Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá.
33 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Jerusa, hija de Sadoc.
34 E hizo lo recto ante los ojos del Señor; hizo conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho.
35 Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. El edificó la puerta superior de la casa del Señor.
36 Los demás hechos de Jotam y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
37 En aquellos días el Señor comenzó a enviar a Rezín, rey de Aram, y a Peka, hijo de Remalías, contra Judá.
38 Y durmió Jotam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de su padre David; y su hijo Acaz reinó en su lugar.
Tito 1
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,
2 con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos,
3 y manifestó a su debido tiempo su palabra por la predicación que me fue confiada conforme al mandamiento de Dios nuestro Salvador,
4 a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia y paz de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
5 Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé,
6 esto es, si alguno es irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía.
7 Porque el obispo debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas,
8 sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo,
9 reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen.
10 Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión,
11 a quienes es preciso tapar la boca, porque están trastornando familias enteras, enseñando, por ganancias deshonestas, cosas que no deben.
12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos.
13 Este testimonio es verdadero. Por eso, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe,
14 no prestando atención a mitos judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas.
16 Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.
Oseas 8
1 Pon la trompeta a tu boca. Como un águila viene el enemigo contra la casa del Señor, porque han transgredido mi pacto, y se han rebelado contra mi ley.
2 Claman a mí: ¡Dios mío, los de Israel te conocemos!
3 Israel rechazó el bien, el enemigo lo perseguirá.
4 Ellos han puesto reyes, pero no escogidos por mí; han nombrado príncipes, pero sin saberlo yo. Con su plata y su oro se han hecho ídolos, para su propia destrucción.
5 El ha rechazado tu becerro, oh Samaria, diciendo: Mi ira se enciende contra ellos. ¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr la purificación?
6 Porque de Israel es éste también; un artífice lo hizo, y él no es Dios; ciertamente será hecho pedazos el becerro de Samaria.
7 Porque siembran viento, y recogerán tempestades. El trigo no tiene espigas, no da grano, y si lo diera, se lo tragarían los extraños.
8 Israel ha sido devorado; ahora están entre las naciones como vasija en que nadie se deleita;
9 porque ellos han subido a Asiria como asno montés solitario. Efraín alquiló amantes;
10 aunque alquilen aliados entre las naciones, ahora los juntaré, y comenzarán a debilitarse a causa de la carga del rey de príncipes.
11 Por cuanto Efraín ha multiplicado altares para pecar, en altares para pecar se le han convertido.
12 Aunque le escribí diez mil preceptos de mi ley, son considerados como cosa extraña.
13 En cuanto a mis ofrendas de sacrificio, sacrifican la carne y se la comen, pero el Señor no se ha complacido en ellas. Ahora se acordará de su iniquidad, y los castigará por sus pecados: ellos volverán a Egipto.
14 Pues Israel se ha olvidado de su Hacedor y ha edificado palacios, y Judá ha multiplicado ciudades fortificadas; pero yo enviaré fuego a sus ciudades que consumirá sus fortalezas.
Acompañe la lectura del 305° día ingresando aquí.
[related-content]