Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
2° Reyes 21
1 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hepsiba.
2 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había desposeído delante de los hijos de Israel.
3 Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había destruido; levantó también altares a Baal e hizo una Asera, como había hecho Acab, rey de Israel, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió.
4 Edificó además altares en la casa del Señor, de la cual el Señor había dicho: En Jerusalén pondré mi nombre.
5 Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa del Señor.
6 Hizo pasar por fuego a su hijo, practicó la hechicería, usó la adivinación y trató con médium y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del Señor, provocándole a ira.
7 Colocó la imagen tallada de Asera que él había hecho, en la casa de la cual el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre.
8 Y haré que nunca más los pies de Israel vaguen fuera de la tierra que di a sus padres, con tal de que cuiden de hacer conforme a todo lo que les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les ordenó.
9 Pero ellos no escucharon, y Manasés los hizo extraviar para que hicieran lo malo más que las naciones que el Señor había destruido delante de los hijos de Israel.
10 Y habló el Señor por medio de sus siervos los profetas, diciendo:
11 Por cuanto Manasés, rey de Judá, ha hecho estas abominaciones, habiendo hecho lo malo más que todo lo que hicieron los amorreos antes de él, haciendo pecar también a Judá con sus ídolos;
12 por tanto, así dice el Señor, Dios de Israel: “He aquí, voy a traer tal calamidad sobre Jerusalén y Judá, que a todo el que oiga de ello le retiñirán ambos oídos.
13 “Extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab, y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, limpiándolo y volviéndolo boca abajo.
14 “Abandonaré al remanente de mi heredad y los entregaré en mano de sus enemigos, y serán para presa y despojo para todos sus enemigos;
15 porque han hecho lo malo ante mis ojos, y han estado provocándome a ira desde el día en que sus padres salieron de Egipto, hasta el día de hoy.”
16 Además, Manasés derramó muchísima sangre inocente hasta llenar a Jerusalén de un extremo a otro, aparte de su pecado con el que hizo pecar a Judá para que hiciera lo malo ante los ojos del Señor.
17 Los demás hechos de Manasés, todo lo que hizo y el pecado que cometió, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
18 Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su casa, en el jardín de Uza; y su hijo Amón reinó en su lugar.
19 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Mesulemet, hija de Haruz, de Jotba.
20 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, como había hecho su padre Manasés.
21 Pues anduvo en todo el camino en que su padre había andado, sirvió a los ídolos a los que su padre había servido y los adoró.
22 Y abandonó al Señor, el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino del Señor.
23 Y conspiraron contra él los siervos de Amón y mataron al rey en su casa.
24 Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y en su lugar el pueblo de la tierra hizo rey a su hijo Josías.
25 Los demás hechos que Amón hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
26 Y fue sepultado en su sepulcro en el jardín de Uza; y su hijo Josías reinó en su lugar.
Hebreos 3
1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.
2 El cual fue fiel al que le designó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
3 Porque El ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa.
4 Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios.
5 Y Moisés fue fiel en toda la casa de Dios como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más tarde;
6 pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza.
7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si ois hoy su voz,
8 no endurezcais vuestros corazones, como en la provocacion, como en el dia de la prueba en el desierto,
9 donde vuestros padres me tentaron al ponerme a prueba, y vieron mis obras por cuarenta años.
10 Por lo cual me disguste con aquella generacion, y dije: “siempre se desvian en su corazon, y no han conocido mis caminos”;
11 como jure en mi ira: “No entraran en mi reposo.”
12 Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.
13 Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.
14 Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad,
15 en cuanto se dice: Si ois hoy su voz, no endurezcais vuestros corazones, como en la provocacion.
16 Porque ¿quiénes, habiendo oído, le provocaron? ¿Acaso no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés?
17 ¿Y con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue con aquellos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a los que fueron desobedientes?
19 Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.
Oseas 14
1 Vuelve, oh Israel, al Señor tu Dios, pues has tropezado a causa de tu iniquidad.
2 Tomad con vosotros palabras, y volveos al Señor. Decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios.
3 Asiria no nos salvará, no montaremos a caballo, y nunca más diremos: “Dios nuestro” a la obra de nuestras manos, pues en ti el huérfano halla misericordia.
4 Yo sanaré su apostasía, los amaré generosamente, pues mi ira se ha apartado de ellos.
5 Seré como rocío para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como los cedros del Líbano.
6 Brotarán sus renuevos, y será su esplendor como el del olivo, y su fragancia como la de los cedros del Líbano.
7 Los que moran a su sombra, cultivarán de nuevo el trigo y florecerán como la vid. Su fama será como la del vino del Líbano.
8 Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; de mí procede tu fruto.
9 Quien es sabio, que entienda estas cosas; quien es prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del Señor, y los justos andarán por ellos; pero los transgresores tropezarán en ellos.
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