Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
1° Crónicas 13
1 Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, es decir, con todos los jefes.
2 Y David dijo a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien, y si es del Señor nuestro Dios, enviemos mensaje a todas partes, a nuestros parientes que permanecen en toda la tierra de Israel, y también a los sacerdotes y a los levitas que están con ellos en sus ciudades y tierras de pastos, para que se reúnan con nosotros;
3 y traigamos a nuestro lado el arca de nuestro Dios, porque no la consultamos en los días de Saúl.
4 Toda la asamblea dijo que así lo harían, porque esto pareció bien a todo el pueblo.
5 Entonces David congregó a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para traer el arca de Dios de Quiriat-jearim.
6 Y subió David con todo Israel a Baala, es decir, a Quiriat-jearim, que pertenece a Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios el Señor, que está sobre los querubines, donde se invoca su nombre.
7 Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo, y Uza y Ahío guiaban el carro.
8 David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos y liras, con arpas, panderos, con címbalos y trompetas.
9 Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes casi la volcaron.
10 Y se encendió la ira del Señor contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca; y allí murió delante de Dios.
11 Entonces David se enojó porque el Señor había estallado en ira contra Uza; y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy.
12 David tuvo temor a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo puedo traer a mí el arca de Dios?
13 Así que David no llevó consigo el arca a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obed-edom geteo.
14 Así que el arca de Dios estuvo con la familia de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo el Señor a la familia de Obed-edom y todo lo que tenía.
1° Crónicas 14
1 Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David, con madera de cedro, albañiles y carpinteros, para edificarle una casa.
2 Y comprendió David que el Señor lo había confirmado por rey sobre Israel, y que su reino había sido exaltado en gran manera por amor a su pueblo Israel.
3 Entonces David tomó más mujeres en Jerusalén, y engendró David más hijos e hijas.
4 Y estos son los nombres de los hijos que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
5 Ibhar, Elisúa, Elpelet,
6 Noga, Nefeg, Jafía,
7 Elisama, Beeliada y Elifelet.
8 Al oír los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, todos los filisteos subieron en busca de David; y cuando David se enteró, salió contra ellos.
9 Pues los filisteos habían venido y hecho una incursión en el valle de Refaim.
10 David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y el Señor le dijo: Sube, porque los entregaré en tu mano.
11 Entonces subieron a Baal-perazim, y David los derrotó allí. Y dijo David: Dios ha abierto brecha entre mis enemigos por mi mano, como brecha de aguas. Por eso llamó aquel lugar Baal-perazim.
12 Y ellos abandonaron allí sus dioses, y David ordenó que fueran quemados.
13 Después los filisteos hicieron de nuevo otra incursión en el valle.
14 David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas contra ellos; dales un rodeo por detrás, y sal a ellos frente a las balsameras.
15 Y cuando oigas el sonido de marcha en las copas de las balsameras, entonces saldrás a la batalla, porque Dios ya habrá salido delante de ti para herir al ejército de los filisteos.
16 David hizo tal como Dios le había mandado, e hirieron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
17 La fama de David se extendió por todas aquellas tierras, y el Señor puso el terror de David sobre todas las naciones.
Santiago 1
1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo: A las doce tribus que están en la dispersión: Saludos.
2 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas,
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia,
4 y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
5 Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor,
8 siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.
9 Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición,
10 y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba.
11 Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.
13 Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie.
14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión.
15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.
16 Amados hermanos míos, no os engañéis.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.
18 En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.
19 Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
20 pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.
22 Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;
24 pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es.
25 Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
26 Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana.
27 La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Amós 8
1 Esto me mostró el Señor Dios: He aquí, había una canasta de fruta de verano,
2 y El dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una canasta de fruta de verano. Entonces el Señor me dijo: Ha llegado el fin para mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo.
3 Los cantos del palacio se convertirán en gemido en aquel día —declara el Señor Dios. Muchos serán los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera en silencio.
4 Oíd esto, los que pisoteáis a los menesterosos, y queréis exterminar a los pobres de la tierra,
5 diciendo: ¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el grano, y el día de reposo para abrir el mercado de trigo, achicar el efa, aumentar el siclo y engañar con balanzas falsas;
6 para comprar por dinero a los desvalidos y a los pobres por un par de sandalias, y vender los desechos del trigo?
7 El Señor ha jurado por el orgullo de Jacob: Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras.
8 ¿No temblará por esto la tierra, y hará duelo todo aquel que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, se agitará y menguará como el Nilo de Egipto.
9 Y sucederá que en aquel día —declara el Señor Dios— yo haré que el sol se ponga al mediodía y que la tierra en pleno día se oscurezca.
10 Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura.
11 He aquí, vienen días —declara el Señor Dios—en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor.
12 Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del Señor, pero no la encontrarán.
13 En aquel día las doncellas hermosas y los jóvenes desfallecerán de sed.
14 Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: “Viva tu dios, oh Dan”, y “Viva el camino de Beerseba”, caerán y nunca más se levantarán.
Acompañe la lectura del 322° día ingresando aquí.
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