Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
1° Crónicas 23
1 Cuando David era ya viejo y colmado de días, puso a su hijo Salomón como rey sobre Israel.
2 Y reunió a todos los principales de Israel con los sacerdotes y los levitas.
3 Los levitas fueron contados de treinta años para arriba, y su número, según el censo de los hombres, fue de treinta y ocho mil.
4 De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del Señor, seis mil eran oficiales y jueces,
5 cuatro mil eran porteros y cuatro mil alababan al Señor con los instrumentos que David había hecho para rendir alabanza.
6 Y David los dividió en clases conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.
7 De los de Gersón fueron Laadán y Simei.
8 Los hijos de Laadán fueron Jehiel el primero, Zetam y Joel: tres.
9 Los hijos de Simei fueron Selomit, Haziel y Harán: tres. Estos fueron los jefes de las casas paternas de Laadán.
10 Y los hijos de Simei fueron Jahat, Zina, Jeús y Bería. Estos cuatro fueron los hijos de Simei.
11 Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.
12 Los hijos de Coat fueron cuatro: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
13 Los hijos de Amram fueron Aarón y Moisés. Y Aarón fue separado para ser santificado como el más santo, él y sus hijos para siempre, para quemar incienso delante del Señor, para servirle y para bendecir en su nombre para siempre.
14 Mas en cuanto a Moisés el hombre de Dios, sus hijos fueron contados entre la tribu de Leví.
15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer.
16 El hijo de Gersón fue Sebuel el jefe.
17 Y el hijo de Eliezer fue Rehabías el jefe; y Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rehabías fueron muchos.
18 El hijo de Izhar fue Selomit el jefe.
19 Los hijos de Hebrón fueron Jerías el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, y Jecamán el cuarto.
20 Los hijos de Uziel fueron Micaía el primero, e Isías el segundo.
21 Los hijos de Merari fueron Mahli y Musi. Los hijos de Mahli fueron Eleazar y Cis.
22 Y Eleazar murió y no tuvo hijos, sino sólo hijas, de modo que sus parientes, los hijos de Cis, las tomaron por mujeres.
23 Los hijos de Musi fueron tres: Mahli, Eder y Jeremot.
24 Estos fueron los hijos de Leví conforme a sus casas paternas, es decir, los jefes de las casas paternas de los que fueron contados, en la cuenta de nombres según su censo, de veinte años para arriba, los cuales hacían la obra del servicio de la casa del Señor.
25 Porque dijo David: El Señor, Dios de Israel, ha dado reposo a su pueblo, y El habita en Jerusalén para siempre.
26 Y además los levitas ya no tendrán que llevar el tabernáculo y todos los utensilios para su servicio.
27 Pues de acuerdo con las últimas palabras de David, los hijos de Leví fueron contados de veinte años para arriba;
28 porque su oficio era ayudar a los hijos de Aarón en el servicio de la casa del Señor, en los atrios y en las cámaras y en la purificación de todas las cosas sagradas y en la obra del servicio de la casa de Dios;
29 y también con los panes de la proposición, la flor de harina para la ofrenda de cereal, los hojaldres sin levadura, lo preparado en sartén, lo bien mezclado y todas las medidas de capacidad y longitud.
30 Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al Señor, y asimismo por la noche,
31 y para ofrecer todos los holocaustos al Señor todos los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas según el número fijado por la ordenanza que las prescribe, continuamente delante del Señor.
32 Así estarán encargados de la custodia de la tienda de reunión, de la custodia del lugar santo y de la custodia de los hijos de Aarón sus parientes, para el servicio de la casa del Señor.
1° Crónicas 24
1 Y estas fueron las clases de los descendientes de Aarón. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
2 Pero Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos. De modo que Eleazar e Itamar sirvieron como sacerdotes.
3 Y David, con Sadoc de los hijos de Eleazar y Ahimelec de los hijos de Itamar, los dividió según sus oficios para su ministerio.
4 Puesto que se encontraron más hombres principales entre los descendientes de Eleazar que entre los descendientes de Itamar, los dividieron así: de los descendientes de Eleazar, dieciséis jefes de casas paternas, y ocho de los descendientes de Itamar según sus casas paternas.
5 Así fueron divididos por suerte los unos y los otros; porque eran funcionarios del santuario y funcionarios de la casa de Dios, tanto los descendientes de Eleazar como los descendientes de Itamar.
6 Y Semaías, hijo del escriba Natanael, uno de los levitas, los inscribió en la presencia del rey, de los príncipes, del sacerdote Sadoc, de Ahimelec, hijo de Abiatar, de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas; una casa paterna designada para Eleazar y otra designada para Itamar.
7 La primera suerte tocó a Joiarib, la segunda a Jedaías,
8 la tercera a Harim, la cuarta a Seorim,
9 la quinta a Malquías, la sexta a Mijamín,
10 la séptima a Cos, la octava a Abías,
11 la novena a Jesúa, la décima a Secanías,
12 la undécima a Eliasib, la duodécima a Jaquim,
13 la decimotercera a Hupa, la decimocuarta a Jesebeab,
14 la decimoquinta a Bilga, la decimosexta a Imer,
15 la decimoséptima a Hezir, la decimoctava a Afisés,
16 la decimonovena a Petaías, la vigésima a Hezequiel,
17 la vigesimoprimera a Jaquín, la vigesimosegunda a Gamul,
18 la vigesimotercera a Delaía, la vigesimocuarta a Maazías.
19 Estos fueron sus deberes para su ministerio cuando entraron en la casa del Señor según la ordenanza que les fue dada por medio de su padre Aarón, tal como el Señor, Dios de Israel, le había mandado.
20 Y para el resto de los hijos de Leví: de los hijos de Amram, Subael; de los hijos de Subael, Jehedías.
21 De Rehabías: de los hijos de Rehabías, Isías el primero.
22 De los izharitas, Selomot; de los hijos de Selomot, Jahat.
23 Y de los hijos de Hebrón: Jerías el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, Jecamán el cuarto.
24 De los hijos de Uziel, Micaía; de los hijos de Micaía, Samir.
25 El hermano de Micaía, Isías; de los hijos de Isías, Zacarías.
26 Los hijos de Merari: Mahli y Musi; de los hijos de Jaazías, Beno.
27 Los hijos de Merari por Jaazías: Beno, Soham, Zacur e Ibri.
28 Por Mahli: Eleazar, que no tuvo hijos.
29 Por Cis: de los hijos de Cis, Jerameel.
30 Y los hijos de Musi: Mahli, Edar y Jerimot. Estos fueron los hijos de los levitas conforme a sus casas paternas.
31 Estos también echaron suertes como sus parientes, los hijos de Aarón, en la presencia del rey David, de Sadoc, de Ahimelec y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas; el principal de las casas paternas fue tratado igual que el menor de sus hermanos.
Miqueas 2
1 ¡Ay de los que planean la iniquidad, los que traman el mal en sus camas! Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder de sus manos.
2 Codician campos y se apoderan de ellos, casas, y las toman. Roban al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad.
3 Por tanto, así dice el Señor: He aquí, estoy planeando traer contra esta familia un mal del cual no libraréis vuestro cuello, ni andaréis erguidos; porque será un tiempo malo.
4 En aquel día se dirá contra vosotros un refrán y se proferirá una amarga lamentación, diciendo: “Hemos sido totalmente destruidos; El ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo me la ha quitado! Al infiel ha repartido nuestros campos.”
5 Por tanto, no habrá quién eche para vosotros el cordel en el sorteo en la asamblea del Señor.
6 “No profeticéis” dicen, y profetizan. Aunque ellos no profeticen acerca de estas cosas, no serán retenidos los reproches.
7 ¿No se dice, oh casa de Jacob: “Es impaciente el Espíritu del Señor? ¿Son éstas sus obras?” ¿No hacen bien mis palabras al que camina rectamente?
8 Hace poco mi pueblo se ha levantado como enemigo. De sobre las vestiduras arrebatáis el manto a los que pasan confiados, a los que vuelven de la guerra.
9 A las mujeres de mi pueblo arrojáis de la casa de sus delicias; de sus hijos arrebatáis mi gloria para siempre.
10 Levantaos y marchad, pues este no es lugar de descanso por la impureza que trae destrucción, destrucción dolorosa.
11 Si un hombre, andando tras el viento y la falsedad, hablara mentiras, diciendo: “Os hablaré del vino y del licor”, ése sería el profeta para este pueblo.
12 Ciertamente os reuniré a todos, oh Jacob, ciertamente recogeré al remanente de Israel, los agruparé como ovejas en el aprisco; como rebaño en medio de su pastizal, harán estruendo por la multitud de hombres.
13 El que abre brecha subirá delante de ellos; abrirán brecha, pasarán la puerta y saldrán por ella; su rey pasará delante de ellos, y el Señor a su cabeza.
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