Julio: «Comencé a asistir a la Iglesia Universal desde que era muy joven, gracias a que mi madre me llevó. Crecí escuchando la Palabra de Dios y ayudando a otras personas. Estuve en la Fuerza Joven y aprendí a usar la fe.
Sin embargo, con el paso de los años, fui descuidando mi vida espiritual; dejé de leer la Biblia, de hacer propósitos con Dios, de asistir a las reuniones y comencé a involucrarme con nuevos amigos y a frecuentar boliches.
Luego empecé a probar las drogas, la marihuana, el alcohol y a salir con mujeres. De esa forma, intentaba llenar el vacío interior que sentía.
También pasé por situaciones complicadas, como accidentes; luego comencé a tener ataques de pánico. Además, no podía dormir por las noches, iba a la guardia, me hacían estudios, pero los médicos me decían que no tenía nada. Iba al trabajo sin haber dormido y con dolor en el pecho; muchas veces me faltaba el aire.
Siempre me invitaban a volver a la iglesia, pero no quería saber nada. Hasta que un día decidí regresar y entregarme por completo a Dios. Estaba seguro de que era la única solución a mis problemas.
Comencé a participar de las reuniones nuevamente, dejé de lado las cosas malas que estaba haciendo, las malas amistades y los bailes. Me tomé en serio las cosas de Dios y los ataques de pánico desaparecieron, al igual que el dolor en el pecho y los pensamientos negativos. Gracias a Dios, salí adelante. No me arrepiento de haber dejado mi antigua vida porque hoy soy feliz».
Si te identificaste con esta historia, Dios te está hablando. Él te está llamando a regresar, a dejar atrás todo lo que te separó de Su amor. No importa tu pasado ni lo qué hayas hecho, llegó el momento de empezar de nuevo. ¡Volvé! Dios te espera con Sus brazos abiertos para darte otra oportunidad.
El asiste a la Iglesia Universal ubicada en 9 de Julio 155, Párana, Entre Ríos.