Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Mateo 5:13
¡Esta palabra es muy dura!
La palabra insípida significa:
1. Que no tiene sabor, gusto.
En la vida espiritual, mientras la persona tiene algún sabor, gusto, por menor que sea, aún no es insípida.
Eso explica la posibilidad del rescate del alma, porque la persona quiere volver por tener algún gusto, sabor, por las cosas de Dios, pero no tiene fuerza. Por eso, necesita ayuda, una mano extendida para rescatarla.
Pero, lamentablemente, no es así con todos.
Con certeza, muchos siervos de Dios, cuando van al rescate de los perdidos, encuentran a aquellos que son insípidos, que no quieren nada, que no extrañan para nada el tiempo de la fe, no tienen gusto ni sabor.
¡Misericordia!