“¿Se olvida una virgen de sus adornos, o una novia de su atavío? Pues mi pueblo me ha olvidado por innumerables días. ¡Qué bien preparas tu camino para buscar amor! Por eso aun a las malvadas has enseñado tus caminos.”Jeremías 2.32-33
La novia terrena no se olvida de prepararse, estar guapa para su novio. Pero la elegida para ser la novia espiritual del Señor Jesús, lo desprecia y no se prepara con honores, pureza y fidelidad para el novio que se ha sacrificado por ella. Y encima da pésimo testimonio para las otras novias, que no saben de las Buenas Nuevas de la salvación y caminan hacia la muerte eterna.