“Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que lo supieron” Hechos 5.5
Cuando el Apóstol preguntó a Ananías sobre su voto y él mintió, trayendo sólo una parte y no todo lo prometido, cayó muerto por no temer a Dios. Horas después, su esposa mintió al Espíritu Santo de la misma manera, y en la misma hora, cayó muerta también.