“Entonces Abram mudó su tienda, y vino y habitó en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí un altar al Señor.” Génesis 13.18
En la humildad y en la obediencia a Dios, Abram salió de su parentela para formar un pueblo separado, santo y que adorase al Altísimo. Y, en Mamre, levantó un Altar al Señor, convirtiéndose en padre de la fe de una numerosa nación.