Trinidad: “Hace dos años me caí y me fisuré la cadera. Me cuesta mucho subir las escaleras porque tengo las vertebras pegadas a la columna y de noche casi no puedo dormir. Pero participé de la reunión de los Casos Imposibles y el dolor se fue, me siento bien”.
Marta: “Hace dos meses me sentí mal y me caí de una escalera, fue por la presión, me había subido a 22. Me quedó un dolor en el brazo derecho, no podía ni peinarme, yo trabajo en limpieza y era muy duro. Vine, oré y estoy llorando de alegría porque ya no siento ningún dolor”.
María: “Me tenían que operar del hombro porque se me habían roto dos tendones, esto me traía un montón de problemas. Vine y determiné que no me iba a operar y, gracias a Dios, después de la oración, estoy bien, no me duele nada y puedo levantar el brazo”.
Teresa: “Mi hijo se la pasaba borracho. A mi hija y a mí nos daban ataques de pánico, mi nieta siempre estaba enferma. Haciendo la Cadena de los Casos Imposibles, nos sanamos. Además, tenemos trabajo. Mi familia está tranquila gracias a Dios y tengo mucha paz”.
Participe de la reunión de los Casos Imposibles. Sábado a las 7, 9, 15 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al 5252-4070.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico,como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO