Hace apenas 8 meses el trabajo socioeducativo de la Universal desembarco en Buenos Aires. Con solo 12 voluntarios, la obra comenzó en el Centro Cerrado de Virrey del Pino y con el paso del tiempo fue creciendo hasta abarcar 13 centros repartidos por toda la provincia de Buenos Aires y contar hoy con unos 150 voluntarios.
Este trabajo alcanza unos 400 jóvenes que están privados de su libertad y también a sus familias, que sufren por verlos en esa situación.
Los voluntarios trabajan dentro de los centros realizando diferentes actividades con los jóvenes, como deportes, cine y teatro.
Por el lado de las jóvenes, organizan jornadas de belleza y otras actividades.
Ya fuera de los centros, los familiares reciben contención, ayuda espiritual y también participan de encuentros en el que reciben una palabra de fe, para creer en el cambio de sus seres queridos.
La misión fundamental es concientizar a los jóvenes sobre la necesidad de nacer de nuevo, para eso, se los escucha, se los orienta, se les explica que pueden tener una nueva vida a través de una entrega verdadera al Señor Jesús.
Además, se les hace entrega de Biblias y libros, con mensajes de fe.
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