Oscar había asistido a la Iglesia Universal por un tiempo, pero luego decidió no hacerlo más, se enfrentó a situaciones difíciles hasta que un día decidió volver a buscar a Dios. Este es su testimonio:
«Me había alejado de la Iglesia debido a un problema que no pude soportar ni resolver. Me había enojado mucho y Le había echado la culpa a Dios. Por eso, estuve apartado durante muchos años.
Durante ese tiempo, sentí un vacío tan grande dentro de mí que intentaba llenarlo con diferentes cosas, como yendo a los boliches. Tenía un negocio de donde sacaba dinero para mis salidas, hasta que un día mi empleado me dijo que no había más dinero. Mi negocio se fue a pique.
Me separé de mi primer matrimonio y luego conocí a una nueva pareja, con quien tuvimos un hijo, pero nuevamente surgieron problemas y volví a separarme.
Además, en ese lapso, me peleaba con cualquiera, me había vuelto intolerante con las personas, no tenía paz ni vivía tranquilo. Empecé a tener pesadillas e insomnio, mis párpados se querían caer del sueño, pero no podía dormir.
Hasta que un día recibí una invitación para volver a la Iglesia Universal que quedaba a tres cuadras de mi casa. Decidí regresar y lo primero que hice fue pedir perdón por haberme alejado y actuado mal. Desde ese momento, nunca más me aparté.
Hoy tengo paz y tranquilidad. Mi carácter cambió, ya no peleo más con la gente, soy una nueva persona en la presencia de Dios.
A las personas que se alejaron del mejor camino, les digo, como dice la Palabra, que sin el Señor Jesús no podemos hacer nada».
El asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Belgrano 887, Tres Arroyos, Buenos Aires.