“La voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es majestuosa.” Salmo 29.4
Este es nuestro Rey y Señor, mostrando Su Majestad con Voz Poderosa, y no hay nada comparable a Su Grandeza. Sus Ojos penetran en lo más íntimo de nuestro ser, dividiendo alma y espíritu.