Giana Laura Fabi solo tenía 16 años cuando se suicidó. Karina Saifer Oliveira tenía 15 años. Por otra parte, Tiziana Cantone tenía 31 cuando se quitó la vida. El motivo de las tres muertes fue el mismo: fotos íntimas filtradas en internet.
Los términos “filtrar” o “caer” en internet se usan cuando la persona filmada o fotografiada no concede permiso para que el criminal capture el material o, cuando cede el permiso para producir el contenido, pero no permite que lo compartan.
Las tres personas mencionadas arriba son algunas de las miles de víctimas, que sufrieron tanta presión por haber “caído en internet”, que llegaron a la depresión y al suicidio. E, independientemente de haber cometido o no una equivocación, al permitir que la fotografíen, la culpa también es de quien compartió el video y de quien lo vio, pues este último incentiva el intercambio.
Verifique que dos de estas víctimas eran menores de edad, como muchas otras.
Pornografía: Enemiga de la familia
Quien ve o comparte pornografía no siempre sabe que este acto acarrea perjuicios comprobados científicamente tales como:
–El hombre termina disminuyendo su capacidad de tener sexo normal con la mujer, porque depende de otras mujeres virtuales;
–Ya no se satisface más solo con la mujer que tiene;
–Puede desarrollar dificultad en la erección si no ve algo pornográfico, o incluso puede tener disfunción eréctil (impotencia);
–Termina teniendo adicción a la masturbación (disminuyendo aún más su desempeño con su mujer);
–Puede profundizarse en pornografía más pesada para sentir el mismo efecto;
–Transformar a la mujer en un objeto: querer usarla como objeto de placer, a veces, forzándolas a prácticas sexuales agresivas en el afán de imitar la pornografía.
A esta misma conclusión llegó la Cámara de Diputados de Florida (EUA), que declaró a la pornografía un riesgo para la salud pública del país.
“Nuestra investigación encontró una relación entre la pornografía y los siguientes problemas: enfermedades mentales y físicas, dificultad para formar y mantener relaciones íntimas, desarrollo cerebral y función cognitiva insalubre y comportamiento sexual depravado, problemático o peligroso”, afirmó el diputado Ross Spano.
Ahora el Estado creará formas de concientización sobre los peligros de la pornografía y combatirá su avance entre la población.
Por otra parte, el psiquiatra y psicoanalista de la Universidad de Yale (EUA), el Dr. Jeffrey Satinover, publicó hace poco un archivo en el cual se compara la acción de la pornografía a la de la cocaína en el cerebro. Según él, ambos vicios son destructivos, alteran las mismas funciones cerebrales y desarrollan síntomas semejantes. La diferencia es que la cocaína es algo que todos los gobiernos del mundo intentan combatir, mientras que la pornografía, es menospreciada como vicio destructor de personas.
Busque ayuda
Marcos Simão y Sônia Simão contaron en el programa The Love School (Escuela del Amor, de Record TV), cómo fue que la pornografía casi terminó con su matrimonio. La relación se volvió fría, con discusiones constantes y mucha humillación. “Ella me veía como una persona sucia”, cuenta Marcos. Eche un vistazo a la declaración completa:
Si usted reconoce que necesita ayuda para vencer el vicio de la pornografía, entonces, participe en una Universal. Haga clic aquí y encuentre la dirección más cercana a usted.
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