Erika Rotela: “Mis papás se agredían de forma verbal y física. Al ver eso me volví insegura, así comencé con las adicciones.
Sufría insomnio, para dormir debía tomar pastillas. Cuando intentaba descansar, tenía la sensación de que una presencia estaba conmigo.
Sufría por mi columna desviada, no podía mantenerme en pie, me dolía mucho y estaba enferma de broncoespasmos.
Me involucré en una relación violenta, yo hacía lo mismo que mi padre, le pegaba a mi pareja. Me deprimí, lastimaba mi cuerpo para intentar sentirme mejor.
Intenté suicidarme varias veces, en una quise clavarme un cuchillo. También tomé una gran cantidad de pastillas para dormir, ya no me interesaba nada.
Llegué a la Universal por una invitación y encontré la paz que no había logrado en ningún lugar; la primera noche pude dormir sin tomar nada. Participé en las reuniones de los viernes, fui sanada y liberada de todo. Ya no quiero quitarme la vida, soy feliz”.
Participe este viernes a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea la dirección de la iglesia más cercana a su hogar.
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