“El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor prueba los corazones.” Proverbios 17.3
El crisol y el horno se utilizan para purificar los metales, hacerlos puros o incluso aumentar su valor. Mucho más los ojos del Señor pueden penetrar en lo más profundo de una persona, para probar si ese corazón es totalmente suyo, si está en la pureza y la obediencia a sus preceptos.