“sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.” Santiago 1:3-4
Uno de los frutos del Espíritu es la paciencia, que solo puede desarrollarse cuando se hace uso de la fe. Por lo tanto, los que dependen de las orientaciones de la Palabra de Dios no carecerán de paciencia.