“sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.” 1 Tesalonicenses 2.4
Debido a que lo conocemos a Él, y también por su Espíritu dentro de nosotros, nos movemos a hablar de Su amor a todos los que nos rodean. Hacemos esto para complacerlo a Él, no a los hombres. Este legado nos ha sido confiado para que solo Él sea conocido y exaltado en toda la Tierra.