Así como las demás historias que el Señor Jesús contó, cuando estuvo como hombre aquí en la Tierra, la parábola del hijo pródigo también trae una lección sobre el Reino de Dios.
Y esa es una característica importante sobre las parábolas bíblicas. En el Texto Sagrado vemos que muchas personas no las entendían, cuando Cristo las anunciaba. Porque para comprenderlas es necesario hacerlo desde el punto de vista espiritual. Son alegorías o símbolos que el Señor Jesús nos dejó para que entendiéramos cuál era Su perspectiva sobre la relación entre la Trinidad Celestial y la humanidad.
Por eso, es interesante analizar la parábola del hijo pródigo, en partes, a través de la fe inteligente.
Los seres humanos son libres para elegir
Desde el primer momento descubrimos que hay dos hijos y que uno de ellos decide abandonar a su padre, además se lleva la parte de la herencia que le correspondía.
En la época en la que el Señor Jesús contó esta historia, era una señal de una falta de respeto extrema el hecho de que el hijo pidiera la herencia anticipadamente. Por eso, por la ley judía no era una obligación concedérsela en ese momento. Sin embargo, fue lo que él decidió hacer.
“Dios es como el padre de esta parábola. Es decir, él le da la libertad al ser humano para que él decida sus propios caminos. Pero, por tener el libre albedrío, cosecha las consecuencias de sus elecciones”, aclara el obispo Edir Macedo, en sus comentarios bíblicos.
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Comportamiento rebelde
Luego, él se dirige a un lugar muy lejano, que simboliza el “mundo de pecados”, con el objetivo de vivir en oposición a lo que su padre le enseñó.
“Exactamente así actúan aquellos que se apartan de la presencia de Dios”, sigue el obispo Macedo.
El pecado genera sufrimiento
No obstante, lejos de su padre, el joven experimenta una vida de amarguras y de sufrimiento. Al punto de desear comer el alimento de los cerdos (Lucas 15:15-16).
“Esta es la ilustración más profunda de la deshonra y de la humillación que el pecado genera en el ser humano”
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El hijo regresa al padre
En el final de esta historia, el joven, cansado de sufrir, decide regresar a la casa de su padre.
De la misma manera, quien está distante de Dios, necesita reconocer que se equivocó y debe regresar a Sus brazos mientras hay tiempo. De ese modo, Él perdonará y restaurará la vida de los quebrantados de corazón.
Vemos, también, que el padre de esta parábola recibe a su hijo pródigo afectuosamente, con amor y cariño (de esta forma simboliza cuál es la voluntad de Dios hacia el ser humano). En otras palabras, el Altísimo corre para recibirnos cuando caminamos hacia Su dirección.
27 de enero: El Día del Reencuentro
¿Usted está distante de Dios? Entonces, no pierda la oportunidad de regresar a Él.
El próximo domingo 27 de enero, en todas las Universal se realizará el “Día del Reencuentro”.
Sobre esta fecha especial el obispo Edir Macedo anunció: “Sea cual fuere su religión o iglesia, esta invitación es para todas las personas. Realizaremos la mayor concentración de fe de todos los tiempos. En la Universal tendremos el ‘Reencuentro’. Para todos los que un día tuvieron una experiencia con Dios. Pero que, a lo largo de los años, se desanimaron y dejaron la fe. Usted tendrá la oportunidad de reencontrarse con el Señor Jesús.”
Usted puede participar en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en una Universal más cercana a usted (ingrese aquí y consulte las direcciones).