Se dice que los números no mienten, ¿qué dicen estos?, que el divorcio creció un 41% en la ciudad de Buenos Aires. Cuando se consulta sobre los motivos de la ruptura, la respuesta más común es que había problemas en la relación.
Quizás no hay que enfocarse en los conflictos de la pareja, sino en los que tiene cada uno. Ya que lo que sufren por separado, afecta la relación.
Los números dicen también, que muchos de los divorciados lo hicieron más de una vez. Por eso, en lugar de pensar en los conflictos de la relación, observe sus actitudes hacia su pareja. Tenga en cuenta que un trauma por experiencias pasadas o algo no resuelto, puede perjudicar la convivencia y romper la armonía.
Antes de pensar en separarse, pruebe sanar y cambiar sus reacciones para superar el pasado.
“Tuve relaciones que no prosperaron por mis complejos, era celosa y quería controlar todo. Pensaba que no necesitaba a un hombre. A Diego lo conocía hace mucho, estuvimos juntos, pero terminamos distanciados. Yo le pedí a Dios que hiciera Su voluntad y él llegó a la Iglesia”, comenta Paola.
“Ella estaba distinta, pero yo era el mismo sinvergüenza. Llegué a la Terapia y decidí que iba a seguir, pero por mí y me bauticé. Después, nos pusimos de novios y nos casamos”, recuerda él.
“Ambos aprendimos mucho acá. Podemos dialogar, cuando antes no podíamos hacerlo”, finaliza ella.
Participe los días jueves a las 10, 16 y 20h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro o vea AQUÍ donde se lleva a cabo la reunión.
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