Actualmente, la Evangelización Carcelaria de la Universal está trabajando en 83 Unidades Penitenciarias completando, junto con las comisarías y alcaldías, un total de 112 lugares de detención en todo el país.
Los voluntarios son más de 1300 y muchos de ellos estuvieron detenidos. Ayudan, no solo a los internos, sino también a familiares que los visitan. Algunos viajan horas o días para verlos y los que forman parte del Grupo, llegan de madrugada para ofrecerles un desayuno y contención espiritual.
El trabajo que realizan tanto dentro como fuera de los Penales, es complejo pero gratificante. Al ingresar a las Unidades penitenciarias se ve la voluntad de los internos de cambiar su forma de vivir para buscar a Dios. En dos años, fueron más de 1000 los que decidieron entregarse al Señor Jesús y dieron el primer paso de bautizarse en las aguas. Se proyecta que pronto, se abrirán Iglesias dentro de los Penales.
Los resultados se ven en las vidas de los que encontraron una segunda oportunidad basados en la Palabra de Dios.
El 24 de marzo los voluntarios de la UEC recibieron, a través de una consagración, la bendición de Dios para seguir ayudando a las personas que están privadas de su libertad ambulatoria. El Obispo Francisco invitó a los presentes en el Templo de la Fe a orar por ellos para que continúen con su labor.
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