“…y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:4,6,18
Todo aquello que todos nosotros hacemos en secreto, sea una limosna, una oración, un ayuno, un día será recompensado por el Propio Dios.
No siendo algo justo, enfrentaremos sus consecuencias.
Dios está en todos los lugares, ve y sabe todas las cosas.
Para el Todopoderoso, ¡incluso nuestros pensamientos son palabras!
Los hijos de Israel quisieron engañarse, creyendo que podrían esconderle algo al Altísimo.
“Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra el Señor su Dios…” 2 Reyes 17:9
Se entregaron a la idolatría, sirviendo también a Baal, aun sabiendo de la existencia de UN solo Dios.
Se les advirtió que abandonaran sus errores y obedecieran los mandamientos, pero no hicieron caso.
Llegaron al punto de pasar a sus hijos por el fuego. Creyeron en adivinaciones y practicaban muchas otras cosas malas, solo para provocar la ira del Señor.
La consecuencia no podía haber sido otra, fueron quitados de delante del rostro de Dios, o sea, fueron expulsados de Su presencia.
En los días de hoy, muchos no salieron de la iglesia, aún. Pero ya hace tiempo que salieron de la presencia de Dios.
¿Cómo tener la salvación del alma mañana, no estando en la presencia de Dios hoy?
Aquellos que conocieron la verdad y que ahora están perdidos, con certeza, secretamente, en el pasado, hicieron lo que no era recto delante de Dios, incluso conociendo Su voluntad.