“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.” Gálatas 5:22-24
Los tres primeros frutos del Espíritu tienen la esencia de Dios y son:
1- Amor, representado por el Dios Padre.
2- Gozo, representado por el Hijo Jesús.
3- Paz, representando al Espíritu Santo.
Estos frutos son recibidos automáticamente con el descenso del Espíritu Santo en nuestra vida. Es la Marca inmediata o el Sello de Dios sobre el que cree en Él.
El Señor Jesús dijo que seríamos conocidos por el amor que existe en nosotros y que tendríamos gozo, alegría. Y también dijo: “Mi paz os doy.” Juan 14:27
Sin embargo, los otros seis – como seis es el número del hombre – se comprende que están relacionados con el comportamiento del ser humano. Se entiende también que están a nuestra disposición, sin embargo, es necesario cultivarlos con perseverancia. Sacrificio, realmente sacrificio. Pues exigen un esfuerzo muy grande y esmero de cada uno para adquirirlos.
4- Paciente, es longánimo, sabe esperar el tiempo necesario de la concreción de su fe propia y de la de otros también.
“… y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.” Mateo 5:41
5- Benigno, piensa con pureza, su presencia trae un ambiente liviano y sano, su semblante es feliz.
“Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.” Salmos 37:27
6- Bondadoso, siente placer de darse a las personas, no mide esfuerzos. Quiere compartir todo lo que tiene, es capaz de sacar de sí mismo para darle a otro, característica propia de la Trinidad.
“Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.” Proverbios 31:26
7- Fiel, persona de palabra y de respeto, no cambia. Si se equivocan con él, aun así permanece con su fidelidad incondicional.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.” Lucas 16:10
8- Manso, persona pacífica, no es irritada, ni intolerante y nerviosa. Es muy comprensiva y sabe ponerse en el lugar de la otra que está pasando por problemas. Tiene condición de ser líder a causa de mansedumbre.
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Gálatas 6:1
9- Dominio propio, quien lo tiene es capaz de resistir a sus voluntades carnales. Domina sus ojos, oídos, manos y pies, su boca, y no juzga mal. Piensa y escoge lo que es mejor para sí y para el prójimo que está pasando por problemas, siempre usando la fe inteligente.
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32
Contamos Nueve, pero que se tornan Un fruto. Así como la Trinidad es Uno.
Incluso los misterios de nuestro Señor son lindos y maravillosos.
El fruto nos es dado para que nos parezcamos a nuestro Padre Celestial.
Perfecto es y quiere que seamos como Él.
Y para eso, basta solo que creamos.